La basílica de la Sagrada Familia, en Barcelona, España, alcanzó este jueves los 162,91 metros de altura, convirtiéndose oficialmente en la iglesia más alta del mundo. La nueva marca se logró tras colocar una parte de su torre central, superando así a la iglesia mayor de Ulm, en Alemania.
La obra maestra del arquitecto Antoni Gaudí continúa su camino hacia la finalización definitiva, más de un siglo después de haber iniciado su construcción en 1882. Con la reciente instalación de un nuevo segmento en su torre principal, la Sagrada Familia sobrepasó la altura de 161,53 metros de la iglesia de Ulm, que mantenía el récord desde el siglo XIX.
Según informaron los responsables del proyecto, la basílica aún no ha alcanzado su punto final: la llamada “Torre de Jesucristo” seguirá elevándose hasta los 172 metros, una vez que se coloque la cruz que coronará la estructura.

Las autoridades esperan que las obras estén terminadas en 2026, año en que se conmemorará el centenario de la muerte de Gaudí. Para esa ocasión, la Junta Constructora ha solicitado la presencia del papa León XIV en una ceremonia especial prevista para junio.
A pesar de que el arquitecto catalán nunca llegó a ver su creación finalizada, su legado sigue atrayendo la atención mundial. Solo en el último año, 4,9 millones de personas visitaron el templo, y los ingresos de las entradas continúan financiando las obras.

La Sagrada Familia se ha convertido en uno de los símbolos arquitectónicos más reconocidos de Europa, combinando el simbolismo religioso con las formas orgánicas y naturales características de Gaudí.
Cuando finalice su torre central, el templo quedará apenas por debajo de los 177 metros de la montaña de Montjuic, que seguirá siendo el punto más alto de Barcelona, respetando la intención original del arquitecto de no superar la creación de la naturaleza.







