Las cuentas alegres de Honduras en su nueva aventura diplomática con China continental parecen no cuadrar con las expectativas levantadas por el gobierno de Xiomara Castro, al menos no entre críticos y analistas fuera del círculo oficial, quienes se preguntan si habrá, de verdad, claridad y franqueza de parte de la Presidencia para explicar lo acordado por ambos gobiernos en la gira de la mandataria.
Aunque hubo fotos y videos del protocolo, de los saludos, de los recibimientos a la gobernante centroamericana, lo que se ha dado a conocer son enunciados genéricos y etéreos que levantan más sospechas que entusiasmos en este país que pareciera haberse acostumbrado a los dramas y crisis políticas y económicas después de tanto tiempo y tantos capítulos vividos.
En un viaje de una comitiva oficialista, que incluyó a parte del “familión” (como le llaman a los familiares de la presidenta que ha colocado en el gobierno), lo logrado son acuerdos que no cumplen lo que muchos políticos esperaban.
“Un maletín lleno de papeles, eso es lo que trae (Xiomara Castro de su viaje a China)”, dice Graco Pérez, un especialista en derecho internacional.
En realidad se trata de acuerdos y memorandos pintados de gris, porque hasta el momento nadie del gobierno ha puesto en blanco y negro lo acordado.
“No hay cifras ni proyectos específicos, solo memorandos amplios que no nos dicen mucho. Yo esperaría más transparencia de estos acuerdos, saber qué firmó Honduras y a qué costo”, agrega.
Por su parte, Carolina Alduvin, una científica hondureña muy respetada, insiste en que los aspectos de cooperación económica acordados con la República Popular China “no inspiran confianza, pareciera que mendigan por recursos frescos, sin prever consecuencias, sin estudiar que tan demandantes sean las condiciones. Nada es gratis y los fines de China son antagónicos con los de nuestro principal socio comercial (Estados Unidos)”.
Sin el regalo habitual
Para Evan Ellis, investigador de asuntos latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, es curioso que Honduras no vuelva de China con un regalo bajo el brazo.
“Me llama la atención, no hay nada sobre un regalo simbólico de infraestructura, un estadio, por ejemplo… no hay señales de que a corto plazo lo recibirá de China continental, aunque algo podría obtener en el futuro”, explica.
Menciona el estadio porque es un “regalo” habitual de China Popular. A Costa Rica le dio uno valorado en $111 millones, que fue inaugurado en 2011, y a El Salvador otro, cuya construcción aún no ha comenzado.
En ambos casos, el “agradecimiento” chino por establecer las relaciones diplomáticas.
Cuando la ideología interviene
China continental es el poder antagónico de Estados Unidos, la primera potencia mundial y el país que más apoya a Centroamérica y principal socio comercial de la región.
Su ajedrez geopolítico es muy bien calculado y entre más penetra en la región, más cerca está de su enemigo. Y esa situación es aprovechada principalmente en países gobernados por políticos afines al socialismo.
“China se beneficia de las necesidades de los países y aprovecha el tema ideológico”, explica Graco Pérez.
Él insiste que eso está pasando en Honduras. Así como ocurrió con El Salvador, Costa Rica y Panamá en su momento (y con Nicaragua, que es un matrimonio con lazos más profundos).
La presidenta @XiomaraCastroZ detalló a su homólogo Xi Jinping, que Honduras ha solicitado formalmente su adhesión al Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS, alternativa financiera que abrirá oportunidades de inversión y desarrollo para el país. 🇭🇳🤝🏻🇨🇳#XiomaraEnChina… pic.twitter.com/YmM3JkM7A0
— Secretaría de Prensa de Honduras (@gobprensaHN) June 12, 2023
“Quienes toman la bandera de la ideología socialista, vociferan sin parar contra el imperio norteamerican, y parecen ignorar que el chino es más avasallador que los que han desfilado a lo largo de la historia. Ellos buscan provecho personal”, advierte Carolina Alduvin.
Pero en medio de la afinidad ideológica de Xiomara Castro, política de izquierda tanto como su esposo, Manuel “Mel” Zelaya, el poder detrás del trono de Honduras, parece que la capacidad de negociación no es muy buena. Al menos eso aparenta, porque de China vuelve la gobernante sin una megaobra de esas que les gusta donar, de las que se ven casi desde cualquier punto de la ciudad donde la construyen.
Por ejemplo, cuando el presidente salvadoreño Nayib Bukele viajó a Pekín, en 2019, volvió con proyectos concretos: la construcción del estadio de fútbol, una biblioteca inmensa en el centro de San Salvador, una planta potabilizadora de agua para el aprovechamiento del lago más grande del país y una cooperación no reembolsable de algunos cientos de millones de dólares. Nada mal para un joven mandatario que dista de estar ideológicamente alineado con China continental y quien heredó las relaciones diplomáticas del gobierno anterior (uno que sí era de izquierda pura, el FMLN).
“China está interesada en desarrollar sus proyectos y asegurar su presencia en Honduras, aprovechando el tema ideológico”, explica Pérez.
Dice que esto lo hace porque dentro de poco Honduras estará de nuevo en procesos electorales presidenciales y las cosas pueden cambiar, porque las ilusiones que despertó Xiomara Castro y su partido Libre se apagaron rápidamente y muchas de las promesas que hizo no las ha cumplido estando en el poder.
Acuerdos bajo sospecha
Incluso, de los acuerdos hasta el momento no muy claros firmados por la mandataria, llama la atención uno sobre telecomunicaciones.
“Se sospecha de la posible intervención de sus sistemas de comunicaciones en la transmisión de resultados electorales. No hay condiciones para su intentona de constituyente, por lo cual habrá elecciones que torcer. Los votos prestados a la señora (Castro) fueron coyunturales, ahora hasta sus partidarios están decepcionados y muchos manifiestan haber estado mejor con la administración anterior. Es preocupante esa intervención en telecomunicaciones, sabemos cómo manejan espionaje con sus propios nacionales”, argumenta Alduvin.
A Ellis le resulta interesante que entre los “ambiguos” acuerdos recién adquiridos esté uno con la agencia noticiosa oficial Xinhua con el gobierno hondureño. Su lectura es que por medio de esta, el gobierno del país asiático influirá en la narrativa de la información que se difunde en ese rincón centroamericano.
"Si se está firmando un acuerdo en el que involucre algún endeudamiento que va a comprometer al país al largo plazo, creo que tendríamos que ponerle mucha atención": Graco Pérez. pic.twitter.com/0QCncafhU7
— Radio Cadena Voces (@RCVHonduras) June 12, 2023
“No es tan común la colaboración de Xinhua y el gobierno de Honduras, abre la ventana para tratar de tener impacto de como se reportan las cosas”, comenta.
Xinhua es un monstruo comunicacional que le reporta directamente al Partido Comunista de China y que tiene al menos 170 oficinas a nivel mundial. Fue considerado en un momento como el aparato propagandístico más grande del mundo por la organización internacional Reporteros sin Fronteras.
Las relaciones diplomáticas nuevas y el viaje encajan en la idea de un plan estratégico para levantar una deteriorada imagen de la gobernante hondureña, pero los resultados obtenidos en este viaje no le ayudan.
¿Y la inyección económica?
Cuando en marzo pasado Xiomara Castro anunció la ruptura con Taiwán para aliarse con China continental, se habló de una inyección económica para un país prácticamente en bancarrota. Ese medicamento no se ha anunciado.
Queda claro quien toma las decisiones de Honduras usurpando el poder y la voluntad popular expresada por el pueblo el 28 de noviembre de 2023? La historia juzgará a Xiomara porque ostentando el poder permitió que Mel Zelaya representante del 1% del pueblo nos lleve al comunismo https://t.co/4K0cT8Luu1
— Salvador Nasralla (@SalvaPresidente) June 12, 2023
“Yo esperaba el estadio, hospitales. Pero no han concedido nada y lo poco ofrecido, no sabemos a qué costo es”, agrega Graco Pérez, quien insiste en que parte de los convenios que pacta el país asiático tiene implícito un alto componente de secretismo que impide auditar obras, donaciones o las condiciones de las mismas y a qué manos va a parar el dinero.
En todo caso, hasta el momento todo ha sido un cuento para Honduras. Un viaje recorriendo medio mundo, anunciando las relaciones con un gigante que no da desayunos gratis para nadie, aunque lo prometa, porque termina cobrando hasta el último centavo invertido.
¿Qué viene en esta relación? Eso está por verse.