La agencia S&P Global Ratings elevó este miércoles la calificación crediticia soberana de largo plazo de Guatemala de ‘BB’ a ‘BB+’, al reconocer su historial de políticas fiscales prudentes, su bajo nivel de endeudamiento y una posición externa sólida frente a los choques económicos globales. La perspectiva se mantiene estable.
Según el informe de la calificadora, Guatemala tiene el nivel más bajo de deuda neta del gobierno en América Latina, con apenas el 14 % del PIB proyectado para 2025, y sostiene reservas internacionales equivalentes al 21 % del PIB. Esta base le permite amortiguar posibles efectos adversos, como la desaceleración en las remesas o la reducción del comercio global.
La agencia advierte, sin embargo, que la pobreza afecta a un 55 % de la población y que el 80 % de la fuerza laboral permanece en la economía informal, lo cual limita el crecimiento del país. El crecimiento del PIB se estima entre 3.0 % y 3.5 % anual hasta 2028, menor al promedio de 3.6 % de 2023-2024, debido a un menor flujo de remesas por políticas migratorias más restrictivas en Estados Unidos.
S&P también valoró la reciente colaboración entre el Ejecutivo guatemalteco y el Congreso, lo cual ha permitido aprobar leyes clave como el presupuesto 2025, proyectos de infraestructura vial y reformas de competencia. No obstante, la ejecución del gasto sigue enfrentando retrasos por la curva de aprendizaje del nuevo gobierno y obstáculos en proyectos de inversión.
Entre los factores de riesgo, la agencia señala la exposición de la deuda pública a movimientos del tipo de cambio, ya que el 47 % está denominada en dólares. Aun así, destacó que el Banco Central mantiene una política monetaria sólida con inflación controlada en 2.9 % durante 2024 y una tasa de referencia ajustada a 4.5 %, lo que ha favorecido el crecimiento del crédito privado.