El director del Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM), Roger Mojica, confirmó este jueves que el país enfrenta actualmente un “flujo migratorio inverso”, debido a los recientes cambios en la política migratoria de Estados Unidos que han provocado el retorno de miles de migrantes a sus países de origen.
Según explicó Mojica en entrevista con Noticias AM, esta dinámica es resultado del endurecimiento aplicado durante la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo que ha disuadido a muchos migrantes de continuar su ruta hacia el norte.
“Ahora, muchos están regresando y utilizan a Panamá como país de tránsito, pero en sentido contrario”, indicó Mojica.
Desde noviembre de 2024, las autoridades panameñas monitorean esta nueva fase migratoria junto al Servicio Nacional de Fronteras. Durante los carnavales, funcionarios panameños y costarricenses visitaron la frontera con Nicaragua para establecer medidas similares al “flujo controlado” que antes se aplicaba en la dirección sur-norte.
“Hemos coordinado con empresas de transporte y operadores de lanchas en Colón para que el movimiento se realice de forma segura y ordenada”, aseguró Mojica. No obstante, lamentó que Costa Rica ha reducido su capacidad operativa por restricciones económicas y legales, lo que ha provocado ingresos irregulares a Panamá.
Las autoridades han identificado presencia migrante en ciudades como David, Colón y Ciudad de Panamá, donde algunos de los retornados se encuentran en condiciones precarias. Mojica informó que en operativos recientes se recogieron a 77 personas en situación de calle, a quienes se les brindó ayuda humanitaria.

Mulino: se han expulsado 2,337 extranjeros
Por su parte, el presidente José Raúl Mulino dijo este jueves en conferencia de prensa que su gobierno ha deportado o expulsado a 2,337 extranjeros que no cumplían con los requisitos migratorios. Para estos procesos se utilizaron 54 vuelos chárter, además de salidas vía vuelos comerciales.
El Ministerio de Trabajo detectó 717 extranjeros trabajando sin permiso legal. Mulino fue enfático en señalar que esta situación no solo infringe la normativa laboral, sino que además algunas empresas les pagaban por debajo del salario mínimo. “Las empresas deben respetar la ley”, advirtió Mulino.
El presidente también destacó que los migrantes provienen principalmente de China, Venezuela, Perú, Colombia, El Salvador y Nicaragua. “Son gente que está tratando de sobrevivir y ganarse la vida, pero de manera ilegal”, dijo.
Mulino recalcó que aunque estas personas enfrentan “una catástrofe personal” en sus países de origen, Panamá no puede dejar de hacer cumplir su legislación.
“El ser inmigrante ilegal no los convierte en delincuentes, son seres humanos que han corrido la suerte de la vida porque no hay oportunidades de ningún tipo en su país”, expresó el mandatairo.
En coordinación con Estados Unidos, Panamá firmó un memorándum de entendimiento que incluye el financiamiento de vuelos de retorno para quienes cuenten con pasaporte vigente. Sin embargo, la falta de documentos, especialmente entre migrantes venezolanos, y la ausencia de relaciones diplomáticas con Venezuela, han dificultado el trámite de salvoconductos.
Pese a la disminución del tránsito por la selva del Darién, todavía se detectan pequeños grupos de migrantes. Solo este mes, se registró el ingreso de 10 personas, quienes fueron trasladadas a la estación de San Vicente y retornadas a Colombia. En el caso de ciudadanos colombianos o ecuatorianos, son repatriados en vuelos chárter contratados bajo el acuerdo con EE.UU.