El gobierno de Vladimir Putin aprobó el lunes un proyecto de acuerdo intergubernamental para fortalecer la cooperación militar con el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, informó una fuente oficial del Kremlin.
La iniciativa, propuesta por el Ministerio de Defensa ruso y coordinada con el Ministerio de Exteriores, busca “consolidar los lazos estratégicos” entre ambos regímenes autoritarios.
El presidente ruso, Vladimir Putin, encargó a sus ministerios de Defensa y Exteriores negociar los términos del acuerdo, que establece un marco para la colaboración militar a largo plazo, según el texto aprobado.
Acuerdo a 5 años más otros 5 por prórroga
El proyecto estipula que la cooperación incluirá el intercambio de información y opiniones sobre asuntos militares de interés mutuo, así como la coordinación de esfuerzos “para enfrentar conjuntamente retos y amenazas a la seguridad y estabilidad global y regional”.
Entre las disposiciones destaca la creación de un grupo de trabajo conjunto que garantizará la implementación del acuerdo.
El pacto contempla un periodo inicial de cinco años, prorrogable automáticamente por otros cinco, salvo que alguna de las partes manifieste su intención de retirarse con seis meses de antelación mediante canales diplomáticos.
Rusia, un aliado tradicional de Nicaragua desde la primera etapa del régimen sandinista (1979-1990), ha proporcionado armamento y apoyo logístico al país centroamericano durante décadas.
En la actualidad, esta colaboración incluye la provisión de tanques T-72B, los mismos que han sido destruidos en gran número durante la invasión rusa a Ucrania.
La alianza entre ambos regímenes no se limita al ámbito militar; también abarca respaldo político mutuo en foros internacionales.
Nicaragua, fiel a la narrativa oficial rusa, ha replicado en organismos multilaterales las justificaciones del Kremlin para la invasión de Ucrania, calificándola como una lucha contra el “nazismo” y un enfrentamiento al “imperialismo estadounidense”.
La cooperación militar con Nicaragua forma parte del esfuerzo ruso por mantener aliados en América Latina frente a las sanciones internacionales que enfrentan ambas dictaduras.
Reacciones internacionales
El acercamiento entre Rusia y Nicaragua ha generado preocupación en Occidente, donde gobiernos y organismos internacionales denuncian el uso de estas alianzas para consolidar regímenes autoritarios y desestabilizar el orden regional.
Analistas señalan que este acuerdo refuerza la agenda militarista del régimen de Ortega en Centroamérica y su dependencia del Kremlin para sortear las sanciones internacionales.
La ratificación del acuerdo podría profundizar el aislamiento diplomático de Nicaragua y consolidar su alineación con el bloque autoritario liderado por Rusia, en un momento de máxima tensión geopolítica global, consideran analistas de oposición nicaragüenses.