Marta Linares de Martinelli, la esposa del cuestionado expresidente panameño y candidato presidencial Ricardo Martineli, renunció este miércoles a ser su compañera de fórmula con la finalidad de “evitar que la nómina presidencial se vea afectada por recursos jurídicos”, según un comunicado de su partido, Realizando Metas y Alianzas.
Linares de Martinelli confirmó su renuncia en una carta dirigida a la Dirección General de Organización Electoral del Tribunal Electoral en la que compartía su determinación y declinación a la candidatura en busca de la vicepresidencia.
En la carta, Linares de Martinelli sostiene que el país necesita que el candidato a la Presidencia de la República, por este colectivo, “tenga la oportunidad de escoger a su compañero de fórmula que lo acompañe en las elecciones de mayo de 2024, sin que exista el temor abrumador por parte de los simpatizantes que puedan afectar el futuro de esta nómina”.
Más tarde, un comunicado de su partido sostenía que “Nuestra candidata a la vicepresidencia decidió renunciar a su postulación, para permitir que los partidos y nuestro candidato presidencial Ricardo Martinelli puedan adoptar decisiones estratégicas que eviten, que decisiones alejadas de la Constitución y la ley, impidan la formalización jurídica de nuestra nómina presidencial”, dice el partido.
Martinelli, quien ya ha sido condenado por corrupción y enfrenta cargos con la justicia por asuntos de blanqueo de dinero, escogió a su esposa como candidata a vicepresidenta, lo que generó críticas políticas y dudas jurídicas.
El artículo 193 de la Constitución panameña señala las causales para impedir que alguien se postule como vicepresidente de la República.
Los medios de comunicación de Panamá barajan nombres que podrían conformar la fórmula electoral de Martinelli, como el exministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino.
Tras la renuncia a la vicepresidencia de Marta Linares, el Tribunal Electoral publicó una resolución en la que aceptaba la renuncia.
Previamente, el Tribunal Electoral dijo que rechazaba “enérgicamente los planteamientos absurdos e infundados esbozados en la nota de renuncia”