El expresidente de Honduras, el izquierdista Manuel Zelaya, expresó su rechazo al Premio Nobel de la Paz concedido a la líder opositora venezolana María Corina Machado, calificándolo como una “afrenta a la historia” y al derecho de los pueblos a su soberanía. Mientras líderes internacionales la felicitan, Zelaya encabeza las voces críticas en América Latina.
“Premiar a una golpista, aliada de las élites financieras y de los intereses extranjeros, es convertir el símbolo de la paz en un instrumento del colonialismo moderno”, dijo Zelaya en un comunicado.
Las críticas del aliado de la dictadura
La declaración de Zelaya surge en un contexto de múltiples reacciones al Nobel. Aunque muchos gobiernos y organismos internacionales celebraron la elección de Machado, el exmandatario hondureño ofreció una visión contraria. Según él, el premio no representa la paz, sino una validación de políticas que han perjudicado a Venezuela.
El Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado es una afrenta a la historia y a los pueblos que luchan por su soberanía. Premiar a una golpista, aliada de las élites financieras y de los intereses extranjeros, es convertir el símbolo de la paz en un instrumento del…
— Manuel Zelaya R. (@manuelzr) October 10, 2025
“Nunca hay paz cuando se premia a quienes promueven sanciones, bloqueos y guerras económicas contra su propio pueblo”, añadió el político hondureño, esposo de la presidenta Xiomara Castro.
Zelaya sostuvo que este tipo de reconocimientos legitiman estrategias externas que, según su visión, afectan la autodeterminación de los países. Su crítica se enmarca en una narrativa regional que rechaza las intervenciones extranjeras y defiende la soberanía nacional frente a presiones internacionales.
Mel Zelaya y su esposa son defensores de las dictaduras izquierdistas. No solo la de Nicolás Maduro, sino también la de Daniel Ortega, de Nicaragua, y la de Miguel Díaz Canel, de Cuba.
Repercusiones internacionales
Pese a la crítica de Zelaya, la entrega del Nobel a Machado fue celebrada por Naciones Unidas, el Parlamento Europeo y varios presidentes democráticos. La activista venezolana agradeció el galardón señalando que representa “el valor de millones de ciudadanos que luchan por la libertad”.







