La muerte de Violeta Barrios de Chamorro, expresidenta de Nicaragua y primera mujer electa jefa de Estado en América Latina, ha conmovido al continente y generado una ola de homenajes desde gobiernos, prensa internacional y miles de exiliados nicaragüenses, quienes la recuerdan como la líder pacifista que derrotó en las urnas a la dictadura del Frente Sandinista de Daniel Ortega en 1990 y condujo a Nicaragua hacia la reconciliación.
Barrios de Chamorro falleció este sábado en San José, Costa Rica, tras años de delicado estado de salud que la mantuvieron postrada.
Su muerte ocurrió en el exilio, lejos del país que gobernó entre 1990 y 1997, un símbolo de la represión que también alcanzó a sus hijos, periodistas y opositores perseguidos por el régimen de Ortega y Murillo.
Su fallecimiento ocupó titulares en los principales medios de América y Europa. BBC Mundo destacó que “Chamorro fue la primera presidenta del continente y el rostro de una transición pacífica”, mientras que El País de España la recordó como “la mujer que venció a Ortega en las urnas y logró lo imposible: el desarme de miles de combatientes tras una década de guerra civil”. The Washington Post y Le Monde también reseñaron su legado como constructora de la paz.
Nacida en 1929 en Rivas, Chamorro tomó notoriedad pública tras el asesinato de su esposo, el periodista Pedro Joaquín Chamorro, director del diario La Prensa, en 1978, crimen que marcó el inicio del fin de la dictadura somocista.
Años más tarde, con apenas dos meses de campaña, ganó las elecciones presidenciales de 1990 al entonces comandante Daniel Ortega, con el respaldo de una coalición opositora y la esperanza de un país agotado por la guerra y la escasez.
Durante su mandato, desmovilizó a decenas de miles de combatientes, promovió una amnistía general y condujo a Nicaragua por la difícil senda del posconflicto. Su imagen, vestida de blanco, con voz pausada y firme, quedó grabada como símbolo de reconciliación.
Un icónico recuerdo de Doña Violeta Barrios de Chamorro. No estaba de acuerdo en regresar a la presidencia de #Nicaragua y nos habla en esta entrevista de como vivía con sus conciencia tranquila https://t.co/4j2TwItHKh pic.twitter.com/rPejwSviz7
— 100% NOTICIAS (@100noticiastv) June 14, 2025
Homenajes desde América Latina y el exilio: “La paz es posible”
Apenas confirmada su muerte, ex presidentes, diplomáticos, figuras de la lucha cívica y miles de nicaragüenses en el exilio expresaron su pesar y admiración por la figura de Chamorro, convertida en referente democrático.
“Lamento la partida de doña Violeta Barrios de Chamorro, expresidenta de Nicaragua y primera mujer electa presidenta de América Latina. Representó la armonía y reconciliación de su pueblo y fue ejemplo de diálogo y cooperación entre las naciones de Centroamérica”, escribió en X la expresidenta costarricense Laura Chinchilla.
El exembajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, evocó uno de los momentos más altos del liderazgo internacional de Chamorro: “En abril de 1991 el Congreso y el Senado de Estados Unidos aplaudieron de pie y rindieron honores a doña Violeta. Hoy, doña Violeta sigue viva y nos recuerda que las dictaduras no son eternas y que la paz es posible”.
La exguerrillera y opositora Dora María Téllez también rindió homenaje a quien llamó “una mujer siempre consecuente con su ánimo de reconciliación, actuación democrática y empatía”. Añadió: “Falleció en San José, forzada por la persecución contra sus hijos e hijas”.
Su sobrino, el exprecandidato presidencial Juan Sebastián Chamorro, expresó que “doña Violeta vivirá por siempre en el corazón de los nicaragüenses. Que en paz descanse”.
Doña Violeta vivirá por siempre en el corazón de los nicaragüenses. Que en Paz Descanse. pic.twitter.com/LrNI03bHvP
— Juan Sebastián Chamorro (@Jschamorrog) June 14, 2025
El periodista y ex preso político Juan Lorenzo Holmann, gerente general de La Prensa, sostuvo que “sus restos descansarán temporalmente en San José, Costa Rica, hasta que Nicaragua vuelva a ser República y su legado patriótico pueda ser honrado en un país libre y democrático”.
En redes sociales, miles de nicaragüenses en el exilio compartieron fotografías, citas y recuerdos de su presidencia, con mensajes que exaltaron su dignidad, sobriedad y compromiso cívico. En Costa Rica, donde residen más de 200.000 exiliados nicaragüenses, se han comenzado a organizar campañas en redes sociales en su memoria.
Su partida coincide con uno de los momentos más oscuros para la democracia nicaragüense, bajo un régimen que niega la libertad de prensa, criminaliza la disidencia y mantiene a decenas de opositores en el exilio o la cárcel. En contraste, el legado de doña Violeta Barrios de Chamorro se erige como faro de esperanza para quienes sueñan con una Nicaragua libre y en paz.