El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitó al Congreso la derogación de la Ley CHIPS and Science, impulsada en 2022 por su predecesor, Joe Biden, y que proyectaba convertir a Costa Rica en un polo estratégico de la industria de semiconductores en América Latina.
“La Ley CHIPS es una cosa horrible. Damos cientos de millones de dólares y no significa nada. Ellos toman nuestro dinero y no lo gastan. Deberían deshacerse de la Ley CHIPS y usar lo que quede para reducir la deuda”, afirmó Trump en un mitin, donde su postura fue recibida con aplausos.
El anuncio del mandatario se suma al compromiso hecho el lunes con el gigante taiwanés TSMC, uno de los principales fabricantes de microchips del mundo, que invertirá al menos 100.000 millones de dólares en nuevas instalaciones en Estados Unidos.
Golpe a las aspiraciones de Costa Rica
La posible eliminación de la ley representa un revés para Costa Rica, país que había sido señalado como un destino clave en el esfuerzo de Washington por relocalizar la producción de chips en regiones aliadas.
La Ley CHIPS and Science, aprobada con amplio respaldo en el Congreso en 2022, estableció el Fondo Internacional de Innovación y Seguridad Tecnológica, con un presupuesto de hasta 280.000 millones de dólares.
Parte de esos recursos estaban dirigidos a la expansión del ecosistema de semiconductores en socios estratégicos, incluyendo a Costa Rica.
El Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica (COMEX) había previsto que el país podría transformarse en el “Silicon Valley de América Latina”, gracias a la atracción de empresas del sector y la creación de un centro de excelencia para la formación de talento especializado.
Sin embargo, con la nueva postura de Trump, las inversiones y programas asociados a la Ley CHIPS podrían verse recortados o cancelados, lo que pone en duda el futuro del plan costarricense.
Silencio oficial y preocupación en el sector
Consultado sobre el tema, el COMEX indicó que por motivos de agenda no emitiría declaraciones inmediatas.
Por su parte, la gerente general de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), Laura López, aseguró que el país seguirá apostando por atraer empresas del sector.
“Ante la reciente declaración del presidente Donald Trump sobre la posible derogación de la Ley CHIPS, en Procomer seguimos enfocados en atraer compañías clave dentro de la cadena de suministro de semiconductores, como ensamblaje, pruebas, empaque y diseño, donde Costa Rica tiene ventajas competitivas”, afirmó López.
Pese a ello, analistas advierten que la eliminación de la ley podría restar incentivos a las empresas tecnológicas para expandirse fuera de EE.UU. y concentrar aún más la producción en suelo norteamericano.
El giro de Trump y el cambio de estrategia
Desde su regreso al poder, Trump ha buscado revertir varias políticas económicas de la administración Biden.
Su oposición a la Ley CHIPS se enmarca en su visión de un EE.UU. menos dependiente de sus aliados y con mayor control sobre sectores estratégicos.
En ese sentido, el anuncio de una megainversión de TSMC en Estados Unidos refuerza la estrategia de Trump de atraer la producción de semiconductores a suelo estadounidense, en detrimento de países como Costa Rica que aspiraban a formar parte de la reconfiguración de la cadena global de suministros.
Por ahora, el futuro de la Ley CHIPS y su impacto en Costa Rica queda en manos del Congreso estadounidense.
Analistas ticos coinciden en que una eventual derogación obligaría a San José a buscar nuevas alternativas para atraer inversión en tecnología avanzada, en un escenario cada vez más competitivo.