La deflación en El Salvador y Costa Rica se profundizó en agosto pasado por una caída de precios en los rubros de alimentos, recreación y transporte.
El Banco Central de Reserva (BCR) de El Salvador reportó este viernes que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerró por quinto mes consecutivo en negativo, luego de situarse en -0.11 % en la variación interanual en agosto pasado.
Costa Rica, por cuarto mes consecutivo, reportó también en agosto una deflación de -0.94 %.
La deflación es un indicador de alerta para los economistas, pues, si se profundiza, genera distorsiones en el mercado ya que las empresas perciben pérdidas mientras que la demanda se enfría porque los consumidores esperan menores precios para adquirir un bien o producto.
Costa Rica
Con excepción de julio y agosto, Costa Rica experimentó un episodio de deflación en 2024, pero en enero pasado regresó al terreno positivo y se mantuvo así en los primeros cuatro meses de 2025.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec), los bienes y los servicios que mostraron mayor efecto negativo en la variación mensual corresponden a frijoles, paquetes turísticos al extranjero y gasolina, así como arroz, papaya, limón, huevos, entre otros.
Por otro lado, los productos que subieron de precio en agosto son diésel, piña, repollo, consomé, helados, y transporte.
En la variación mensual, el Inec reporta que la división de recreación, deportes y cultura tuvo la tasa de deflación más sensible, de -0.96 %, seguido de muebles, artículos para la vivienda y servicio doméstico, de un -0.82 %; y alimentos y bebidas no alcohólicas de un -0.44 %.
El Salvador
La economía salvadoreña registra deflación desde abril pasado, arrastrada principalmente por una caída de precios en la división de transporte, en esta situación desde noviembre de 2023 y que cerró en agosto pasado en -3.78 % en la comparación interanual.
También la división de alimentos y bebidas no alcohólicas cerró en negativo en -1.24 %, así como muebles y artículos para el hogar, con un -1.25 %.
Por otro lado, los salvadoreños han visto un incremento en los precios en restaurantes y hoteles, con una inflación de un 2.86 %, al igual que alojamiento de un 2.21 %.
Para los economistas, la deflación en El Salvador se explica, en parte, a la implementación del ajuste fiscal como parte del programa de financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha derivado a que el gobierno recordé el gasto público, por lo cual adquieren menores productos y servicios, así como despide a empleado.