El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó un crédito de $240 millones para apoyar la transición energética en Panamá.
Este financiamiento es parte de una Operación de Política de Desarrollo (OPD), cuyo objetivo es dar continuidad a las acciones de política pública que ejecutan las autoridades panameñas para impulsar la descarbonización de una de las economías más ricas de Centroamérica.
Según el multilateral, la línea de crédito apoyará las acciones contempladas en la Agenda de Transición Energética 2020-2030 a través de un impulso a la formación bruta de capital para la movilidad eléctrica, la generación distribuida, el uso de hidrógeno verde y sus derivados, así como la innovación del sistema interconectado y el uso racional de la energía eléctrica.
“En el ámbito de la acción climática, esta iniciativa también busca reforzar el marco estratégico y el proceso de toma de decisiones y de planificación sostenible en la inversión pública y privada, ambos con una visión de largo plazo y con enfoque de resiliencia”, escribió el BCIE en un comunicado.
Panamá lanzó en 2020 su agenda de transición, con 242 líneas de acción diseñadas en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de la Agenda 2030 de la Naciones Unidas.
En febrero pasado, Rosilena Lindo, secretaria nacional de Energía (SNE), aseguró que se tenía un avance de un 40 % en las metas de alcanzar una economía descarbonizada. Una de las metas es que un 5 % de la energía generada tenga respaldo en una batería, esto principalmente porque las tecnologías renovables dependen de las condiciones climáticas.
Para esto, la Secretaría Nacional de Energía lanzó junto con la Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa) una licitación para generación y almacenamiento en baterías de energía renovable.