Un clásico tico que se recordará por años. Bajo una intensa lluvia, con emociones al límite y seis goles cargados de drama, Saprissa y Alajuelense firmaron un empate 3-3 en la ida de la final de segunda ronda del campeonato costarricense. Un verdadero duelo de titanes que lo tuvo todo: remontadas, penales, suspensiones por clima y goles en momentos clave.
Un primer tiempo morado
El primer acto fue completamente del Deportivo Saprissa, que dominó a placer en su casa llena a reventar. Con un estadio Ricardo Saprissa vibrante y ocupado hasta el último asiento, los dirigidos por Paulo César Wanchope parecían imparables. Fidel Escobar abrió el marcador al 33’ y Óscar Duarte, el veterano central de mil batallas, aumentó la cuenta justo antes del descanso (47’). La Cueva era una fiesta y muchos ya veían la serie medio definida.
Pero el fútbol, como la lluvia, cambia de golpe.

Segundo tiempo: la tormenta cayó…
El segundo tiempo trajo consigo un invitado inesperado y decisivo: la lluvia. Un aguacero tropical transformó el campo en una pista de patinaje, y con eso se transformó también el partido. Fue entonces cuando Alajuelense despertó, con el ímpetu de un equipo que se niega a morir.
Lucumí, aprovechando un caos en el área producto de los charcos, puso el 2-1 al minuto 62. Pero cuando el agua ya impedía que el balón rodara, el árbitro detuvo el juego por más de 20 minutos. Esa pausa fue oro puro para Óscar “El Machillo” Ramírez y sus dirigidos.
Con el juego reanudado, Alejandro Bran empató al 68’ tras una jugada colectiva de vértigo, y luego Celso Borges, con la clase que lo caracteriza, transformó un penal al 79’ para firmar una remontada épica.
Y cuando parecía que todo estaba escrito, Sinclair dijo presente.
Pero Saprissa nunca baja los brazos, y el hombre de las finales, Orlando Sinclair, volvió a aparecer para rescatar el empate al minuto 87 con un gol que desató otra explosión en las gradas. El 3-3 quedó sellado en un clásico que tuvo todos los ingredientes de una final de alto voltaje.
Con este empate de infarto, la serie se traslada al Estadio Alejandro Morera Soto, en Alajuela, donde el próximo miércoles a las 8:00 p.m. se escribirá el capítulo final de una rivalidad legendaria.