El presidente electo, Donald Trump, ha dejado claro que uno de sus objetivos para su segundo mandato es acabar con el Estatus de Protección Temporal (TPS), un programa que ha protegido a cientos de miles de inmigrantes de la deportación.
Este estatus, que fue ampliado significativamente bajo la administración de Joe Biden, actualmente beneficia a más de 860,000 personas provenientes de al menos 16 países afectados por desastres naturales, conflictos armados y otras situaciones extraordinarias.
Trump ha reiterado su intención de revocar esas protecciones o dejar que expiren poco después de asumir nuevamente la presidencia.
Según Vox, un sitio de opinión en Estados Unidos propiedad de Vox Media, esto es lo que debe esperarse al inicio del nuevo gobierno del republicano.
El TPS y su impacto en los inmigrantes
El Estatus de Protección Temporal permite a los inmigrantes vivir y trabajar en los Estados Unidos por un tiempo determinado, generalmente hasta 18 meses, con la posibilidad de renovarlo.
Los países cuyos ciudadanos se benefician del TPS incluyen El Salvador, Honduras, Haití, Venezuela, Ucrania y varios más. En muchos casos, los beneficiarios del TPS han estado viviendo en Estados Unidos durante décadas, estableciendo familias y construyendo una vida en el país.
Temporary Protected Status shields thousands of immigrants from deportation. Trump wants to end it. https://t.co/5dmILV43VQ
— Vox (@voxdotcom) December 2, 2024
El caso de El Salvador es especialmente relevante, ya que su estatus de TPS expira en marzo de 2025.
Trump,al tomar el control de la Casa Blanca, podría ordenar a su secretario de Seguridad Nacional que no renueve el TPS para los países afectados, lo que implicaría la deportación de cientos de miles de personas.
Efectos sociales y económicos
La eliminación del TPS afectaría profundamente a las familias y comunidades de inmigrantes en todo el país. Según José Palma, titular de TPS de El Salvador y coordinador de la Alianza Nacional de TPS, muchas de estas personas han vivido en Estados Unidos durante más de 20 años y tienen hijos nacidos en el país.
“Este es su país”, aseguró Palma, refiriéndose a aquellos que han echado raíces en las comunidades estadounidenses.
Además, los titulares de TPS representan una fuerza laboral crucial en diversas industrias.
Un estudio realizado por la profesora de sociología Cecilia Menjívar, de la Universidad de California en Los Ángeles, revela que los titulares de TPS están altamente integrados en la economía estadounidense.
La mayoría de ellos están empleados en sectores como la construcción, la hospitalidad, el transporte y los servicios personales. También son activos en sus comunidades, participando en actividades cívicas, escolares y religiosas.
La eliminación del TPS no sólo afectaría a los inmigrantes directamente, sino también a sus comunidades y a las industrias que dependen de su trabajo.
Además, muchas de estas personas envían remesas a sus países de origen, lo que beneficia a las economías locales en sus países de origen.
Los planes de Trump y la resistencia legal
Trump ya intentó acabar con el TPS durante su primer mandato, pero sus intentos fueron bloqueados por batallas legales.
Sin embargo, bajo su nueva administración, podría intentar revocar las protecciones de manera más rápida. En octubre, Trump declaró en una entrevista con News Nation que revocaría el TPS de los haitianos, a pesar de las crisis políticas y humanitarias que aún enfrenta Haití. “Absolutamente lo revocaría”, dijo Trump, refiriéndose a los beneficiarios de TPS de Haití, y agregó que los enviaría de regreso a su país de origen.
➡️ ¿Qué pasaría con las ciudades santuarios, los trabajadores agrícolas indocumentados y el TPS?
➡️ @cancino_jorge, editor de inmigración de Univision Noticias, explica lo que se espera en materia migratoria durante el gobierno de Donald Trump.
Informa @SatchaPretto pic.twitter.com/K3Truwmb8S
— Univision Noticias (@UniNoticias) November 27, 2024
Además de Haití, países como El Salvador, Honduras y Nicaragua han sido beneficiarios del TPS debido a desastres naturales y conflictos en el pasado.
Las políticas de Trump podrían significar una reestructuración masiva de las familias y comunidades en todo Estados Unidos, separando a muchos inmigrantes de sus hijos nacidos en el país, quienes perderían a uno de sus padres.
Sin embargo, las decisiones de revocar el TPS no son simples y pueden enfrentar serios desafíos legales.
En su primer mandato, Trump intentó finalizar el TPS para aproximadamente 400,000 inmigrantes de El Salvador, Honduras y Haití.
Argumentó que las condiciones en esos países habían mejorado lo suficiente como para permitir el regreso seguro de sus ciudadanos.
Sin embargo, muchos funcionarios del Departamento de Estado y defensores de los derechos de los inmigrantes alegaron que la retirada del TPS desestabilizaría aún más a esos países.
Los defensores de los inmigrantes también argumentaron que las decisiones de Trump estaban motivadas por razones raciales y que podrían causar separaciones familiares innecesarias, especialmente en hogares con hijos nacidos en Estados Unidos.
La batalla legal por el TPS
A lo largo de los últimos años, los intentos de Trump de terminar con el TPS se han encontrado con una fuerte oposición legal.
En 2018, un tribunal federal bloqueó la orden de Trump de terminar con el TPS para los ciudadanos de varios países, argumentando que no se siguieron los procedimientos adecuados y que la decisión podría estar motivada por el racismo.
A medida que avanzaban las batallas legales, la administración de Biden rescató las protecciones y extendió el TPS para los países afectados.
El hecho de que el presidente electo Donald Trump busque nuevamente eliminar el TPS podría dar lugar a una nueva serie de enfrentamientos legales.
Los abogados de la ACLU, como Emi MacLean, anticipan que cualquier intento de revocar prematuramente el TPS enfrentará serias dificultades legales.
“Cualquier esfuerzo amplio para terminar el TPS probablemente enfrentaría obstáculos legales realmente serios”, aseguró MacLean.
¿Qué sigue para los titulares de TPS?
Si Trump intenta eliminar el TPS durante su segundo mandato, los defensores de los inmigrantes ya se están preparando para una nueva ronda de batallas judiciales. Aunque existe la posibilidad de que la administración Biden intente extender las protecciones en los últimos meses de su mandato, si el control de la Casa Blanca cambia, Trump podría acelerar su agenda para terminar con el TPS, lo que tendría efectos devastadores para cientos de miles de inmigrantes y sus comunidades.
A pesar de los desafíos legales y la resistencia de los defensores de los inmigrantes, el futuro del TPS sigue siendo incierto, y miles de personas que dependen de este estatus de protección siguen en vilo, esperando qué decisiones tomará el nuevo gobierno.