El Gobierno de Belice dio por finalizado el domingo el estado de emergencia que se mantenía vigente en Ciudad de Belice, el distrito homónimo y partes del distrito de Cayo, tras un mes de medidas especiales para contener la violencia de pandillas.
La decisión fue tomada luego de una evaluación exhaustiva por parte de la Policía y otras autoridades competentes, quienes concluyeron que la situación ya no justificaba la continuidad de los poderes excepcionales.
El Estado de Emergencia fue instaurado en mayo después de un repunte alarmante en la violencia entre pandillas. El recién nombrado comisionado de Policía, Richard Rosado, calificó la situación como una amenaza de seguridad “a nivel crítico”. Las medidas adoptadas tenían como objetivo principal frenar los hechos delictivos y restaurar la tranquilidad en las comunidades afectadas.
Con el levantamiento del régimen de excepción, las autoridades confirmaron la liberación de todas las personas detenidas bajo estas facultades especiales, permitiendo así el retorno a la normalidad en las zonas intervenidas.
El ministro de Asuntos Internos, Kareem Musa, fue el encargado de confirmar la conclusión de la medida ante los medios de comunicación.
En paralelo, el Gobierno beliceño mantiene una apelación en curso contra fallos judiciales que reconocen violaciones a los derechos civiles durante los estados de emergencia decretados en 2020. Algunas de las personas detenidas en aquel entonces ya han recibido compensaciones ordenadas por la Corte Suprema.
Además, el Ejecutivo ha impulsado la decimotercera enmienda constitucional, que redefine los poderes estatales para combatir el crimen organizado, valida todos los estados de emergencia anteriores y crea un tribunal especializado en delitos relacionados con armas y pandillas.