La Policía Nacional Civil (PNC) desplegó este domingo a más de 100 agentes en el barrio El Gallito, zona 3 de la capital guatemalteca. El operativo busca restablecer el control en una zona identificada como bastión de estructuras criminales del narcotráfico y donde recientemente se registraron ataques armados contra fuerzas de seguridad.
La intervención se produce luego del asesinato del agente Cleofás Valery Ortega Guzmán el pasado 24 de septiembre, durante un enfrentamiento que también dejó dos presuntos pandilleros muertos. Ante la gravedad de la situación, las autoridades decidieron incrementar los patrullajes y operativos en calles, callejones y colonias cercanas.
— PNC de Guatemala (@PNCdeGuatemala) September 28, 2025
La PNC informó que unidades de la Comisaría 11 y grupos especializados desarrollan cateos en viviendas utilizadas por clicas de la Mara Salvatrucha y de la pandilla conocida como los Caradura. En estas acciones fueron decomisadas armas de alto calibre, drogas y vehículos presuntamente empleados en actividades ilícitas.
Incautaciones de armas y drogas
Entre lo incautado figuran dos fusiles AR-15, una subametralladora, 14 carabinas, 10 pistolas, dos silenciadores, más de mil municiones y chalecos antibalas. También fueron localizados cinco vehículos, una motocicleta, radios de comunicación y una máquina contadora de dinero, junto con dosis de cocaína y crack.
De acuerdo con el informe policial, varios de los capturados cuentan con antecedentes por homicidio, asociación ilícita y portación ilegal de armas. Durante el enfrentamiento, un presunto pandillero abatido portaba un fusil, una pistola y un chaleco antibalas.
Vecinos de El Gallito han denunciado que mareros intimidan a transeúntes y comerciantes con armas de fuego. Estas prácticas han generado temor en la población y una presión constante sobre las autoridades para reforzar la seguridad en el área.
El portavoz policial Edwin Monroy aseguró que los operativos se mantendrán “el tiempo que sea necesario” para devolver tranquilidad a los habitantes y garantizar el control del barrio, considerado uno de los puntos más críticos en la lucha contra el crimen organizado en Guatemala.