Desde la firma del memorando de entendimiento para el manejo de la migración irregular, el gobierno de Estados Unidos ha destinado $1,14 millones a operaciones aéreas en Panamá, enfocadas en deportaciones.
Hasta la fecha, este acuerdo ha permitido la ejecución de 19 vuelos chárter y 4 pasajes en vuelos comerciales, resultando en el retorno de 787 personas.
El presidente José Raúl Mulino anunció este jueves que en los próximos días, “semanas a más tardar”, el país podría iniciar la deportación de venezolanos como parte del convenio.
Los datos revelan una disminución significativa en el cruce de migrantes: un 92% en el caso de los ecuatorianos y un 65% entre los colombianos, en comparación con los meses de agosto y septiembre del año pasado.
#Panamá En los próximos días, Panamá comenzará las deportaciones aéreas de venezolanos 🇻🇪 que cruzan el Darién, como parte del acuerdo con EE.UU. firmado en julio. Marlen Piñeiro, de Seguridad Interna de EE.UU., confirmó que serán enviados a terceros países seguros. #Migración… pic.twitter.com/5BGrnXktgk
— TVV Noticias (@TVVnoticias) October 24, 2024
El memorando, firmado el 1 de julio por el secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, y el canciller panameño, Javier Martínez Acha, establece un programa piloto que financia vuelos de deportación bajo la ley panameña para ciudadanos extranjeros sin la documentación adecuada.
Los fondos proporcionados cubren pasajes, escoltas y otros gastos relacionados con el proceso de deportación.
El primer vuelo bajo este programa se llevó a cabo el 20 de agosto de 2024, y el más reciente ocurrió el 19 de octubre.
En estos 3 meses, se han deportado a personas hacia Colombia, Ecuador e India, así como a migrantes irregulares de Afganistán, Pakistán, Rusia y Turquía en vuelos comerciales.
Todos los deportados fueron procesados conforme a la ley migratoria de Panamá, respetando los acuerdos internacionales de protección a migrantes.
La embajadora de Estados Unidos en Panamá, Mari Carmen Aponte, destacó la importancia de esta colaboración, señalando que Panamá es un aliado clave en la lucha contra la migración irregular. “Los flujos migratorios representan un desafío común para nuestros dos países”, afirmó.
El objetivo del memorando es desalentar a los migrantes de arriesgar sus vidas cruzando la peligrosa selva de Darién, donde enfrentan riesgos de violencia, extorsión y muertes. Este esfuerzo también busca desmantelar las redes de tráfico de personas que se benefician del sufrimiento humano.