El cuerpo acribillado de un hombre dentro de una camioneta Toyota Hilux 2025, con 45 impactos de bala, ha sacudido nuevamente a la sociedad costarricense y evidenciado el nivel de violencia que azota al país, que ya registra 350 homicidios en lo que va del 2025, una cifra que mantiene la preocupante tendencia de superar los 907 asesinatos del año 2023, el más violento en la historia reciente del país.
El crimen ocurrió en Santa Trinidad de Limón, a unos 170 kilómetros al este de San José, en la costa Caribe del país. La víctima fue identificada con el apellido Hamblet, de 32 años.
De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el hombre conducía su vehículo cuando fue interceptado por otro automóvil desde el cual varios sujetos le dispararon de manera brutal, principalmente en la cabeza.
“En el sitio se encontraron 45 casquillos de bala de arma 9 milímetros. El cuerpo quedó fuera del vehículo, cerca de la carretera. A pocos kilómetros fue hallado un automóvil en llamas, que se presume fue utilizado por los atacantes para huir”, detalló la oficina de prensa del OIJ.
Durante este fin de semana, 12 personas fueron asesinadas en todo el país, 7 de ellas en la provincia de Limón, que acumula ya 67 muertes violentas en lo que va del año, solo por detrás de San José. Las autoridades atribuyen esta ola de violencia a disputas entre bandas criminales que se enfrentan por el control del narcotráfico y otros delitos conexos.
El subdirector del OIJ, Michael Soto, explicó que en zonas como Guácimo —donde se cometieron tres homicidios en las últimas 48 horas— opera una estructura criminal liderada por un sujeto apodado “Coco”, quien es buscado activamente por las autoridades.
“Presumimos que su estructura criminal, quizás no él directamente, podría estar en algún tipo de disputa con otras personas en la zona, o incluso conflictos internos. También hay presencia de grupos como ‘La H’ y el de Peña Russell, que han protagonizado enfrentamientos violentos”, indicó Soto.
En el cantón central de Limón, donde ocurrieron otros cuatro asesinatos este fin de semana, el OIJ confirmó que ha intensificado sus investigaciones y ha coordinado con la Fuerza Pública operativos conjuntos para contener la espiral de violencia.
La situación de seguridad en Costa Rica ha venido deteriorándose de forma acelerada. En 2023 se registraron 907 homicidios, un récord histórico. En 2024, aunque se reportaron 880 asesinatos, decenas de desapariciones siguen sin resolverse, alimentando el temor de que el número real de víctimas sea aún mayor.
La tendencia de OIJ, tras este violento fin de semana, es que 2025 supere los 900 homicidios.
Las autoridades reconocen que el crimen organizado, principalmente el narcotráfico y las estructuras de sicariato, ha penetrado con fuerza en comunidades tradicionalmente tranquilas. Además, la utilización de armas automáticas y tácticas cada vez más violentas y públicas demuestra el grado de impunidad con el que operan los grupos criminales.
A pesar de las acciones gubernamentales y las intervenciones policiales en zonas críticas, la percepción de inseguridad sigue creciendo en la población. La saña con que fue ejecutado el asesinato de Hamblet —45 disparos— ilustra el nivel de brutalidad que se ha normalizado en algunas regiones del país.