El ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Jiménez, aseguró que cada captura de un sujeto pedido en extradición por Estados Unidos tiene un impacto directo en la criminalidad local.
“Quiero subrayar, una amenaza común. No es simplemente responder a una agenda de Estados Unidos, sino que cada uno de ellos tiene un efecto importante en Guatemala”, dijo en conferencia de prensa, tras la felicitación del Departamento de Estado de EE.UU., a cargo del senador Marco Rubio, por los resultados en seguridad.
En los últimos días, las fuerzas de seguridad reportaron la detención de cuatro extraditables requeridos por cortes internacionales. Tres de ellos enfrentan acusaciones por narcotráfico y uno por homicidio. Los operativos se realizaron en Quiché, Jutiapa, San Marcos y Petén.
Entre los casos destacados se encuentra la captura en Quiché de Pedro Ángel Ortiz Solís, alias “Guerrillero”, acusado por Estados Unidos de narcotráfico. Con este arresto, suman 25 los extraditables detenidos en lo que va de 2025, de los cuales 14 están vinculados a delitos de drogas.
En Jutiapa, las autoridades también capturaron a Quevin Juan Carlos Pixolá Lara, señalado por homicidio, además de otras detenciones recientes de alias “Keka” y “La Osa”. Jiménez adelantó que “muchos más casos están en camino” en el marco de esta estrategia.
El titular de Gobernación agregó que, además de las extradiciones, Guatemala ha fortalecido la erradicación de cultivos ilícitos, incautación de cargamentos de droga y desarticulación de redes criminales.
Según estimaciones oficiales, los golpes a estas estructuras criminales en 2025 representan pérdidas cercanas a 1,400 millones de quetzales (más de $183 millones), lo que refuerza el mensaje de que los extraditables son una amenaza común para la seguridad nacional y regional.