La detención de migrantes centroamericanos en la frontera sur de Estados Unidos registró una caída del 78.33 % en junio en comparación con enero de este mismo año, según datos oficiales del Buró de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Entre enero y junio de 2025, CBP contabilizó 25,736 arrestos de personas procedentes de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, lo que representa una reducción drástica en los flujos migratorios desde Centroamérica.
La mayoría de estas detenciones, un 46.8 %, ocurrieron en enero, justo cuando Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos. Ese mes, la Patrulla Fronteriza detuvo a 12,055 migrantes centroamericanos, principalmente hondureños y guatemaltecos.
Sin embargo, para febrero la cifra cayó a 3,019, lo que implica una reducción del 75 % en solo 40 días desde el inicio de la nueva administración.
En los meses siguientes, los arrestos se mantuvieron a la baja, siendo marzo el mes con el menor número de detenciones, con 2,425 migrantes.
En lo que va del año, los guatemaltecos representaron el 45.2 % del total de detenciones, seguidos por los hondureños con un 36.1 %, los salvadoreños con un 13.5 %, y los nicaragüenses con el porcentaje restante.
Además de la disminución en detenciones, los vuelos de deportación de migrantes han aumentado un 34 % desde la toma de posesión de Trump, de acuerdo con un informe publicado a inicios de julio por la organización Witness at the Border.
Honduras y El Salvador figuran entre los países con mayor incremento en los vuelos de repatriación, mientras que la política migratoria del nuevo gobierno ha reforzado las medidas de control fronterizo y las operaciones de retorno forzado.