Venganza. Ese era el objetivo de una mujer trabajadora de una empresa de call center en la provincia de Heredia, Costa Rica, donde fue detenida por guardas de seguridad con un arsenal en una mochila.
Según el reporte de la Policía Municipal de Heredia, a través de su Servicio Táctico Motorizado, la mujer llegó encapuchada a un edificio corporativo ubicado en el antiguo Real Cariari.
Según el reporte de los testigos, la mujer intentó ingresar con su carnet de trabajadora, pero usaba un pasamontañas y rehusó quitárselo cuando la seguridad le demandó mostrar su rostro.
Al intentar registrarla un guarda de seguridad, la joven sacó un arma artesanal y apuntó al vigilante advirtiendo que si intentaba detenerla le dispararía.
El hombre quiso desenfundar su arma, pero de los nervios se le cayó, no obstante otro vigilante actuó rápido y la derribó y neutralizó, mientras llamaban a la Fuerza Pública y la Policía Municipal, cuyos miembros se presentaron una hora después.
En redes sociales la gente demanda que a la par de la investigación por el atentado fallido, se investigue también las razones de acoso laboral que la sospechosa alega como razón de sus planes de venganza.
La detenida confesó sus planes de venganza a las autoridades, quienes la detuvieron y pasaron el expediente a la Fiscalía bajo la sospecha de que aparentemente planeaba un acto de terrorismo.
En su bolso le encontraron las siguientes armas: siete bombas molotov, un machete, un cuchillo táctico, un hacha de mango corto, 2 armas de fuego de fabricación casera y varios cartuchos de bala.
Durante su detención, la mujer confesó que se dirigía a su antiguo lugar de trabajo en un call center con la intención de lastimar a sus ex compañeros debido a supuestos casos de bullying.
La detenida se encuentra a las órdenes de la Fiscalía de Heredia, donde se determinará su situación jurídica.