El 9 de agosto de 1995, El Salvador vivió la peor catástrofe aérea de su historia. El vuelo 901 de Aviateca, un Boeing 737-200 con matrícula guatemalteca, se estrelló contra el volcán Chinchontepec, en San Vicente, dejando 65 víctimas mortales entre pasajeros y tripulación.
La aeronave había partido de Miami, Estados Unidos, con escalas en Guatemala y El Salvador, y destino final en Costa Rica. Tras un retraso de 2 horas en Guatemala, el capitán solicitó desviarse de la ruta habitual por fuertes lluvias. Sin embargo, el cambio no fue comunicado correctamente a la torre de control del Aeropuerto Internacional de Comalapa.
Según la investigación oficial, la torre, sin conocer la ubicación exacta del avión, autorizó un descenso a 5,000 pies, cuando el volcán alcanza 7,158 pies de altura. Esta instrucción, sumada a la ausencia de radar aéreo y la escasa visibilidad, provocó que la aeronave impactara de frente contra la ladera a las 7:30 de la noche. No hubo sobrevivientes.

Víctimas de diferentes nacionalidades
Entre las víctimas se encontraban ciudadanos de México, Guatemala, Noruega, Estados Unidos, Nicaragua, Costa Rica, Dinamarca, Brasil y otras nacionalidades no identificadas. Dos embajadores y dos inspectores retirados de la Administración Federal de Aviación de EE. UU. iban a bordo.
El siniestro dejó escenas desgarradoras: restos de fuselaje esparcidos en un área de 500 metros, cuerpos lanzados por la explosión y pertenencias colgadas en los árboles. Una de las cajas negras nunca fue encontrada.
En 1997, tribunales salvadoreños cerraron el caso sin sanciones penales. En 2003, un juzgado absolvió a los controladores aéreos. Algunas familias recibieron indemnizaciones, otras quedaron sin compensación.
Treinta años después, comunidades de San Vicente mantienen vivo el recuerdo con caminatas conmemorativas hasta el sitio del impacto, recordando la noche en que el cielo se iluminó con una bola de fuego.

Una caminata al lugar de la tragedia
Este sábado, cuando se conmemoran 3 décadas de aquella tragedia, un grupo de entusiastas caminará entre veredas hasta llegar al punto del accidente. La caminata tomará al menos 3 horas y la intención es recordar aquel suceso que estremeció a El Salvador.
🧵1/6 #OTD in 1995: Aviateca Flight 901, a B-737, crashes in San Vicente (San Salvador), all 65 aboard die. Aircraft impacted San Vicente volcano on approach.
Likely factors: crew´s lack of situational awareness, decision to descend below the MSA and ATC actions. pic.twitter.com/wA1xtMOWc4— Air Safety #OTD by Francisco Cunha (@OnDisasters) August 8, 2025
En la zona del accidente, que abarcó unos 500 metros, aún están algunos restos de aquel avión. Piezas del fuselaje, del tren de aterrizaje y de la cabina están esparcidos entre los árboles. Son el recuerdo de que ahí, en una noche lluviosa de 1995, ocurrió la peor tragedia aérea no sólo de El Salvador, sino de Centroamérica en las últimas 3 décadas.