El Lago de Yojoa, el único natural de Honduras y un importante atractivo turístico y fuente de vida para comunidades locales, enfrenta un serio deterioro ambiental a causa de la proliferación descontrolada de lechuga acuática.
Pobladores, pescadores y empresarios del sector turístico denuncian el abandono de las autoridades tras promesas incumplidas de limpieza y recuperación del ecosistema.
Según habitantes de la zona de Las Conchas, tras una intervención inicial por parte del gobierno, se eliminaron varios muelles y se prometieron acciones concretas para mitigar la presencia de esta planta invasora, sin embargo, aseguran que desde entonces no han vuelto a recibir apoyo.
“Desde que quitaron el muelle no hemos recibido ninguna ayuda. Dijeron que iban a tomar medidas, pero no regresaron. Todo quedó en palabras”, comentó un pescador afectado.

Turismo en declive y economía local en riesgo
Los efectos de la lechuga acuática van más allá del daño ambiental ya que restauranteros y comerciantes señalan que la disminución del turismo ha golpeado duramente sus ingresos, pues la imagen del lago ha cambiado.
“Antes los turistas venían a tomarse fotos, a disfrutar del paisaje, pero ahora solo vienen a comer. El lago ya no se ve como antes”, explicó una habitante del área.
Además del impacto visual, la lechuga afecta directamente el volumen del agua. La planta absorbe grandes cantidades del recurso hídrico, acelerando el proceso de desecación del lago, aunque en algún momento se usaron pequeñas embarcaciones para limpiar sectores del cuerpo de agua, los esfuerzos han sido esporádicos e insuficientes.
“Esa lechuga es de diario. Hay personas que limpian frente a sus restaurantes todos los días porque vuelve a crecer. Esto no se soluciona en una semana, lleva tiempo y maquinaria”, añadió otra residente.
Llamado urgente a las autoridades
Pese a que la intervención gubernamental redujo en parte la contaminación del lago, los pobladores denuncian que el abandono en el mantenimiento ha permitido que la lechuga siga expandiéndose, especialmente en los humedales, por lo que la población pide que se reactive el plan de limpieza y se asignen los recursos prometidos, como maquinaria especializada, para evitar que el lago siga degradándose.