El Ministerio Público (MP) de Honduras confirmó la captura de Gerardo Enrique Galeano Hernández, identificado como el cuarto implicado en el presunto plan terrorista contra el expresidente Manuel Zelaya, actual coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre).
La detención fue ejecutada con apoyo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), en el marco de una investigación que lo vincula a actos preparatorios para presuntamente cometer asociación terrorista y a un intento de magnicidio contra Zelaya Rosales.
Objetivo del plan: alterar el orden democrático
Según el MP, el grupo buscaba derrocar al gobierno actual y generar un ambiente de caos previo a las elecciones generales de 2025. El objetivo era afectar el proceso electoral mediante actos de violencia y desinformación.
“El caso representa un alto impacto para la estabilidad democrática”, advirtió la Fiscalía en un comunicado. También señaló que los acusados pretendían quebrantar el orden constitucional y poner en riesgo la paz del país.

Coordinación y mensajes incautados
Las investigaciones indican que Galeano Hernández coordinaba con otros 3 implicados, entre ellos Antonio David Kattan Rivera, quien también está acusado de alentar los planes mediante mensajes de audio.
La red operaba con tácticas para infiltrarse en manifestaciones del partido oficialista, con el objetivo de atacar a simpatizantes y exhibir armas de fuego. Esta fase del plan ya había sido documentada y presentada en audiencia inicial contra los primeros dos acusados.
Imputados anteriores ya enfrentan proceso judicial
Los primeros detenidos, Perfecto Jesús Enamorado Paz y Arcadio Corrales Estrada, están en prisión preventiva desde agosto. Ambos fueron señalados por participar en la planificación a través de mensajes de texto, en los que discutían cómo ejecutar los actos ilícitos.
Durante el proceso legal, se logró acreditar que el grupo planeaba inducir violencia en eventos políticos para generar percepción de inseguridad y justificar acciones extremistas.
Opositores, sin embargo, han sostenido que el presunto intento de ataque es una estrategia política en medio de la campaña de cara a las elecciones generales del 30 de noviembre.