La administración de Donald Trump dejó expirar el año fiscal 2025 sin emitir la Determinación Presidencial sobre admisión de refugiados, lo que canceló de facto los planes de viaje de más de 100,000 personas aprobadas provisionalmente para reasentarse en Estados Unidos.
La decisión afectó de forma particular a unos 20,000 nicaragüenses exiliados en Costa Rica, epicentro regional del programa Movilidad Segura, impulsado por Joe Biden en 2023 para ofrecer rutas legales de migración a quienes huían de la violencia o persecución.
“El gobierno del presidente Trump parece estar ganando su batalla contra los refugiados y migrantes”, dijo a Reuters una fuente de HIAS, organización judía de ayuda a inmigrantes con sede en EE.UU, que impulsa juicios en cortes para destrabar el impasse de viaje de los refugiados.
Ni los del 2025 ni los 2026
Al cierre del año fiscal 2025, que concluyó el pasado 30 de septiembre, el presidente Trump tenía la opción de proponer al Congreso un alivio migratorio para los refugiados que, desde terceros países, aprobó el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
La omisión presidencial dejó vencer el programa de 2025 y mantiene en cero las nuevas admisiones de refugiados para 2026.
A la vez, mantiene congeladas las operaciones del Programa de Admisión de Refugiados (USRAP), incluida la iniciativa Movilidad Segura que operó en Centroamérica y Sudamérica.
Maletas listas, vuelos cancelados
El programa Movilidad Segura operaba en Colombia, Costa Rica, Ecuador y Guatemala, con apoyo de ACNUR y la OIM. Miles de personas pasaron entrevistas, exámenes médicos y recibieron cartas de aprobación provisional de USCIS.
Pero tras la toma de posesión de Trump en enero de 2025, el presidente firmó una orden ejecutiva que suspendió los servicios de USRAP y congeló sus fondos.
Desde entonces, vuelos programados fueron cancelados y contratos con agencias de reasentamiento quedaron anulados.
Según las demandas de HIAS y otras organizaciones en Estados Unidos, contra la decisión de Trump de enero de 2025, miles de familias perdieron sus bienes al vender, donar o deshacerse de ellos previo al viaje, además de renunciar a sus empleos.
125,000 sin refugio
Según cifras de ACNUR, más de 12,800 nicaragüenses entraron al programa desde 2023. Solo 4,834 lograron viajar a Estados Unidos, España y Canadá antes del cierre. La mayoría quedó varada en Costa Rica.
Otros 10,000 aproximadamente estaban en el proceso sin ser aprobados, cuando Trump canceló el programa Movilidad Segura.
La polémica se agudizó cuando The New York Times reveló que Trump planea fijar en 7,500 el límite de admisión de refugiados para 2026, un mínimo histórico, como parte de un nuevo plan.
La mayoría de esos cupos estaría reservada para afrikáners blancos de Sudáfrica y europeos, bajo el argumento de que enfrentan “discriminación injusta” o “persecución por sus ideas y principios compatibles con los de América (EEUU)”.
“Un límite tan bajo rompe la promesa de Estados Unidos a quienes cumplieron las reglas”, criticó Mark Hetfield, presidente de HIAS.
El contraste es marcado: mientras nicaragüenses y venezolanos aprobados quedaron varados en Costa Rica, decenas de familias sudafricanas ya han llegado en vuelos chárter y fueron reasentadas en estados como Idaho y Alabama.
Lea también: En todo el mundo, las deportaciones de migrantes están a un ritmo alarmante. ¿Cómo se normalizó esto?
Juicios y pocas esperanzas
Organizaciones de derechos humanos en Estados Unidos presentaron demandas para reactivar los traslados, pero los tribunales han respaldado en su mayoría la política restrictiva de la Casa Blanca. Apenas 160 personas han recibido protección excepcional, según Reuters.
España ha abierto algunos cupos para casos avanzados en Costa Rica, pero el futuro es incierto. “Esperé hasta mayo y cerré esa puerta. Ahora trabajo en un mall. Decidí que mi vida sigue aquí”, afirmó Ángela, nicaragüense exiliada, ya resignada.
El cierre del programa dejó en suspenso no solo los sueños de miles de nicaragüenses, sino también la credibilidad internacional de Estados Unidos como país de refugio. “Trump no solo está poniendo a los afrikáners al frente de la fila, está expulsando a los refugiados que llevan años esperando”, advirtió Hetfield.
