Más de cien universidades católicas latinoamericanas se solidarizan con UCA de Nicaragua

La Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe se unieron para condenar la confiscación de la UCA por parte de la dictadura.

Las condenas internacionales y el rechazo a la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua se siguen acumulando contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo: 116 universidades católicas de América Latina sumaron sus voces contra el atropello.

Tras la intervención del régimen de Daniel Ortega contra la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua al confiscar sus bienes, expulsar a los jesuitas de su residencia en Villa del Carmen y hasta cambiar el nombre de esta casa de estudios e imponer una directiva de facto, 116 instituciones católicas adscritas a la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (Oducal) han expresado su rotundo rechazo.

Ellas piden el “cese la creciente agresión que afecta el sistema universitario nicaragüense y sus integrantes” y “sean revertidas y corregidas inmediatamente las drásticas, inesperadas e injustas medidas adoptadas por el órgano judicial nicaragüense en contra de las instituciones educativas universitarias católicas”.

Oducal recordó que la UCA “es una institución católica de la Compañía de Jesús con más de 60 años de historia que ha hecho un gran aporte a través de su docencia, investigación y enorme incidencia pública, buscando insistentemente y con valentía la paz y la justicia en Nicaragua”.

Solidaridad con la Compañía de Jesús

Se han solidarizado con los jesuitas frente a “este acto violento y arbitrario por parte del gobierno de Ortega se da en un contexto de persecución contra veintiséis centros de educación superior cuyos bienes fueron anteriormente confiscados”.

Además añaden que a “la revocación de las certificaciones para cumplir con su misión de enseñar y el dejarla fuera del sistema de financiamiento estatal de educación superior, se agrega además la ocupación del Campus, la expulsión de los jesuitas de su residencia, el cambio de nombre de la universidad y la imposición de nuevas autoridades”.

Abogan por una solución racional para que “imperen la verdad, la justicia, el diálogo y la defensa de la libertad de cátedra”.

“Como universidades católicas de Latinoamérica y el Caribe, nos solidarizamos con el pueblo nicaragüense y renovamos nuestra defensa de los derechos humanos y la paz, en un momento en el que nuestros pueblos experimentan, en muchos lugares, serias restricciones a las libertades y donde la democracia se ve amenazada de diversas maneras”, señalan.

A la vez que ponen “a disposición de las sociedades que servimos, nuestros conocimientos y compromiso con el bien común enraizados en la identidad católica que nos convoca”.

 

Exit mobile version