La oposición en Honduras ha plantea durante la actual campaña electoral su decisión del Gobierno de Xiomara Castro de romper con Taiwán y establecer vínculos con la República Popular China. El argumento del candidato nacionalista Nasry Asfura, argumentando que la nación centroamericana estaba “100 veces mejor” bajo las relaciones históricas con Taipéi, parecen ser la frase más escuchada sobre este tema.
El candidato presidencial del Partido Nacional aseguró en julio que romperá relaciones con China y restablecerá relaciones con Taiwán, suspendidas por la administración Castro en 2023.
Nasry Asfura, aseguró que Honduras recibió más apoyo económico y comercial de Taiwán.
En la misma línea, el aspirante del Partido Liberal, Salvador Nasralla, afirmó que ya trabaja en propuestas para “retomar relaciones con China Taiwán”.
“Yo voy a retomar relaciones con China Taiwán. Es más, desde ahorita estoy trabajando en eso, desde que rompieron con China Taiwán. Yo voy a retomar eso. Quiero que vuelvan”, afirmó Nasralla en febrero pasado.
Tanto Asfura como Nasralla aparecen como líderes en las principales encuestas de intención de voto.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán aseguró el 12 de agosto que considerará restablecer relaciones diplomáticas con Honduras si ello responde a los intereses nacionales y preserva la dignidad del país.
“El actual gobierno no dio previo aviso alguno al gobierno de Taiwan, ni siquiera las gracias por todos los años de buena relación, que si bien tenía interés de reconocimiento, fue condición de los chinos continentales que se comportaran como los patanes qué son”, explica la analista Carolina Alduvin.
La ruptura y las promesas incumplidas
En marzo de 2023, el Gobierno hondureño puso fin a casi 80 años de relaciones con Taipéi. Según el entonces canciller taiwanés, Joseph Wu, Honduras solicitó $2,000 millones para reestructurar su deuda externa, además de infraestructura como un hospital, lo que evidenció tensiones en la relación.
Xiomara Castro corrió a Pekín donde firmó acuerdos y canjes de notas con su homólogo chino Xi Jingpin que parecieron más declaraciones de buenas intenciones que acuerdos concretos.
Tres años y medio después del rompimiento de relaciones diplomáticas con Taiwán y el acercamiento con la China, Honduras enfrenta un déficit comercial creciente y una caída drástica en sus exportaciones hacia el mercado asiático, según datos del Banco Central de Honduras (BCH).
Desde marzo de 2023, cuando la presidenta Xiomara Castro oficializó los vínculos con Pekín, Honduras apenas ha logrado exportar $107.9 millones a China, mientras que las importaciones desde ese país superan los $8,761 millones. En comparación, solo en 2022 —último año con relaciones diplomáticas con Taipéi—, Honduras exportó $121.1 millones a Taiwán.
El golpe más fuerte se dio en la industria camaronera, que dependía profundamente del mercado taiwanés. En 2024, las exportaciones de camarón hondureño a Taiwán cayeron un 67 %, dejando apenas $25 millones en ingresos, el cierre de más de 60 empresas —incluidas dos procesadoras— y la pérdida de 14,000 empleos. El sector, que representa el 2 % de la economía nacional y genera 150,000 empleos, quedó en crisis.
“La relación resultó un fiasco, apenas compraron contenedores con camarones qué los puede contar con la mano. Además nos pusieron una multimillonaria demanda por incumplimiento de un contrato por energía”, se queja la analista Alduvin, quien recuerda que “Taiwan además de comprar suficiente camarón para que ganaran todos los finqueros, brindaba ayuda técnica a los productores”.
China, que había prometido sustituir y ampliar el mercado taiwanés, decepcionó a los productores hondureños. Aunque otorgó acceso libre de aranceles en 2024, de los 250 contenedores exportados solo compró uno, lo que la Asociación Nacional de Acuicultores calificó de “grosero”.
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Recientemente, dos estatales chinas firmaron acuerdos para importar 3,000 toneladas de camarón, una cifra aún inferior a los 4,200 toneladas que Honduras logró vender a Taiwán tras la ruptura, y muy por debajo de las 11,000 toneladas anuales de años anteriores.
Resentimiento en Honduras
Los analistas apuntan a que el fracaso con China ha generado un creciente resentimiento entre los hondureños.
El académico Juan Ramón Martínez señaló que “el pueblo de Honduras simpatiza con Taiwán” y que Pekín no ha cumplido en temas clave como infraestructura, además de desplazar a comerciantes locales.
“La vinculación con China no ha sido mejor que con Taiwan. El caso más ejemplar ha sido el tema del camarón y China no ha mostrado interés en apoyar proyectos que le urgen a los hondureños: carreteras, bordos de contención y aeropuertos”, aseguró Martínez.
El académico sostiene que con la proliferación los pequeños negocios manejados por chinos desplazando a los hondureños “ha empezado un discreto resentimiento hacia los chinos a quienes ven como probables amenazas”.
Los negocios chinos han desplazado al comercio tradicional en Tegucigalpa y San Pedro Sula, donde se quejan de caídas en las ventas de hasta el 70%
Por su parte, la analsita Carolina Alduvin subrayó que el acercamiento a China fue “un capricho personal de la señora Castro” y que Taiwán no solo compraba el camarón hondureño, sino que además brindaba becas, asistencia técnica y cooperación diplomática.
Pero además, la histórica relación con Estados Unidos es clave para acercarse nuevamente a Taiwán, según Alduvin.
“Necesitan dar buenas señales a Estados Unidos, que no somos pro China. Que lo que hubo fue un capricho personal de la señora Castro, tal y como nos manifestaron fuentes de la propia Casa Presidencial”, sostiene Alduvin, quien cree que Taiwán “merece una disculpa”.
En un año electoral, la narrativa opositora se fortalece. Asfura y Nasralla coinciden en que retomar los lazos con Taiwán sería una señal política clave para Estados Unidos, principal socio de Honduras, y una estrategia para rescatar al sector camaronero de la crisis.