Hijo de Biden llama dictadores y matones a Trump y Bukele; el presidente salvadoreño le responde recordándole sus adicciones

En una entrevista reciente, Hunter Biden desató polémica al lanzar duras críticas contra Nayib Bukele y Donald Trump, acusándolos de autoritarismo y cuestionando el trato a migrantes detenidos en El Salvador. La respuesta del mandatario salvadoreño no se hizo esperar.

Hunter Biden, hijo del expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y Nayib Bukele, mandatario salvadoreño.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, respondió con sarcasmo a los recientes insultos del hijo del expresidente estadounidense Joe Biden, Hunter Biden, quien lo llamó “maldito dictador matón” y acusó a su gobierno de operar un “campo de concentración” en referencia al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). La polémica declaración fue hecha durante una entrevista difundida por el periodista Andrew Callaghan en su canal de YouTube, con más de 3 millones de seguidores.

“¿Está Hunter Biden oliendo leche en polvo?”, escribió Bukele en su cuenta de X, en alusión a las conocidas adicciones del hijo del exmandatario demócrata. La reacción se dio horas después de que se viralizara un fragmento de la entrevista en la que Hunter arremete contra el mandatario salvadoreño y también contra Donald Trump, llamando “dictadores” a ambos.

Durante la conversación, Callaghan mencionó las recientes deportaciones de 252 migrantes venezolanos desde Estados Unidos, señalados de pertenecer a la organización criminal Tren de Aragua. Biden hijo respondió exaltado: “Si llegara a ser presidente dentro de dos, cuatro o tres años, llamaría al maldito presidente de El Salvador y le diría: ‘O los envías de vuelta o voy a invadir’. Es un puto crimen lo que están haciendo. Es un maldito dictador matón”.

El entrevistador le preguntó si se refería a Bukele o Trump. “Ambos”, respondió Biden, para luego comparar el CECOT con un “campo de concentración” como los de la Alemania nazi. “Ese es un campamento de la muerte. Y si no te mueres, desearás morir”, afirmó, cuestionando también que algunos deportados habrían estado legalmente en Estados Unidos.

El Tren de Aragua, catalogado como organización terrorista por Washington, ha sido centro de debate político en Estados Unidos durante la campaña presidencial. El gobierno de Trump utilizó la antigua Ley de Enemigos Extranjeros, vigente desde 1798, para justificar la expulsión de estos inmigrantes que habían sido detenidos previamente en el penal salvadoreño.

Por su parte, Bukele confirmó el viernes pasado que los venezolanos fueron trasladados a su país de origen tras negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro. Como parte del acuerdo, Venezuela liberó a decenas de presos políticos y a diez ciudadanos estadounidenses que mantenía en prisión.

La controversia también provocó una reacción del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que emitió un comunicado criticando las declaraciones de Hunter Biden. “¿De verdad sorprende que Hunter Biden no tenga ningún respeto por los estadounidenses indignados por los inmigrantes ilegales que Joe Biden dejó entrar a nuestro país?”, señaló la institución. Añadió que las políticas migratorias del expresidente permitieron que “terroristas, pandilleros, asesinos y pedófilos infantiles fueran liberados en las comunidades estadounidenses”.

El intercambio se produce en medio de una campaña electoral intensa en Estados Unidos, donde la seguridad fronteriza y la inmigración siguen siendo temas clave. En paralelo, la figura de Bukele ha cobrado notoriedad internacional por su política de mano dura contra las pandillas, la cual ha sido cuestionada por organismos de derechos humanos, pero ampliamente respaldada por sectores conservadores en Estados Unidos y por la mayoría de la población salvadoreña.

 

Hunter Biden, quien ha enfrentado problemas judiciales por posesión de armas y consumo de drogas, reapareció con esta entrevista luego de meses de mantenerse fuera del foco público. Sus comentarios han reavivado la polarización política en Estados Unidos y han generado reacciones tanto en el país norteamericano como en Centroamérica.

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