Docentes huelguistas amenazan con nueva fase de protestas en Guatemala

El magisterio anunció una nueva etapa de movilización y lanzó fuertes críticas contra el Gobierno, sectores religiosos, medios de comunicación y organizaciones civiles, a quienes acusa de intentar debilitar su lucha.

Joviel Acevedo, dirigente sindical de maestros de Guatemala. Está sancionado por Estados Unidos y aparece en la Lista Engel.

El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación de Guatemala (STEG) y la Asamblea Nacional del Magisterio (ANM) amenazaron con una segunda etapa de protestas, tras lo que califican como una primera fase concluida en su lucha por mejoras laborales y condiciones dignas para la educación pública. En un pronunciamiento público, las organizaciones reiteraron su llamado a la movilización y lanzaron fuertes críticas contra el Gobierno, medios de comunicación, representantes religiosos y sectores académicos.

En su comunicado, los dirigentes del movimiento señalaron que la negociación del Pacto Colectivo con el Ministerio de Educación, iniciada en 2024, fue respondida con una “embestida directa” por parte del Ejecutivo, al que acusan de intentar debilitar la organización sindical mediante campañas de descrédito en redes sociales, medios de comunicación y otros espacios públicos.

Los huelguistas han paralizado labores, afectando a miles de estudiantes según el gobierno, desde hace 2 meses.

Según el texto, esta supuesta campaña involucra a “tiktokers”, centros de llamadas, medios “aceitados y pagados con dineros del pueblo”, y actores identificados como analistas, asesores o representantes de organizaciones civiles y religiosas. Los líderes magisteriales aseguran que existe un interés común entre estos sectores: el control del presupuesto estatal, en especial el del Ministerio de Educación.

El pronunciamiento también arremete contra líderes eclesiásticos, a quienes acusan de formar parte del discurso que desacredita al magisterio organizado. Aseguran que supuestos representantes de diferentes denominaciones religiosas y autoridades ancestrales se han sumado a esta estrategia, presentándose como voces probas y transparentes, pero que en realidad —según la versión sindical— responden a intereses alineados con el Ejecutivo.

El STEG y la ANM insisten en que su lucha es legal y legítima, y que está sustentada en la Constitución y en convenios internacionales de derechos laborales, aunque la Corte de Constitucionalidad ha resuelto lo contrario

“Esta pelea apenas empieza”, afirman en el comunicado, y convocan a la sociedad guatemalteca a sumarse a la siguiente fase del movimiento, sin precisar fechas ni acciones específicas.

 

Exit mobile version