La candidata presidencial oficialista de Costa Rica, Laura Fernández, enfrenta una creciente polémica tras su reiterada ausencia en foros y debates públicos, a pesar de encabezar las encuestas con un 25 % de respaldo.
Fernández, del partido Pueblo Soberano, justificó su decisión señalando que su agenda prioriza actividades con la ciudadanía. “Ayer estuve en una reunión importantísima con la Federación de Cámaras de Ganaderos de Guanacaste (…) ¿Usted qué cree que es más estratégico, ir a esa reunión o estar metida en un forito que ven 15, 20 personas?”, expresó durante una entrevista radial.
La candidata añadió que asistirá a los debates organizados por el Tribunal Supremo de Elecciones y medios de comunicación nacionales, “siempre y cuando mi agenda de trabajo lo permita”. Fernández afirmó que su enfoque será “trabajar con el pueblo de Costa Rica” y descartó que las críticas de sus adversarios alteren su estrategia. “Que tengan mucha calma, ya llegará el momento de que conversemos”, sentenció.
Las críticas han llenado el panorama electoral costarricense en las últimas semanas.
Álvaro Ramos, candidato de Liberación Nacional, la acusó de “esconderse” y la retó a debatir públicamente. “Que venga y debata conmigo las propuestas que tiene para el país, para los agricultores, y que explique por qué no lo hizo estos años que ha estado en el gobierno”, reclamó.
Claudia Dobles, aspirante por la Coalición Agenda Ciudadana, también cuestionó a Fernández y lanzó un “contador de debates” para exponer sus ausencias. “Es inaceptable que la candidata del oficialismo se esconda de la ciudadanía. ¿Así va a dar la cara ante el aumento de la inseguridad, las listas de espera y las improvisaciones en infraestructura de este gobierno?”, declaró.
La polémica creció cuando, en una entrevista con Radio Columbia, Fernández pronunció una frase que desató una oleada de críticas en redes sociales: “Uno no se tira al piso a pelear con cerdos porque termina embarrealado”. El comentario fue interpretado como un desprecio hacia sus contrincantes y al debate democrático.
Pese a las reacciones, la candidata oficialista aseguró que continuará con una “estrategia selectiva” en la campaña, participando únicamente en espacios donde se garantice un “diálogo constructivo y respetuoso”.
A menos de tres meses de las elecciones programadas para el 1 de febrero de 2026, el panorama electoral sigue siendo incierto: aunque Fernández lidera las encuestas, un 55 % del electorado costarricense continúa sin un candidato definido.







