Este viernes se cumplieron 2 meses desde que César Bernardo Arévalo de León hizo la hazaña de su vida, al menos en política, al ganar las presidenciales en segunda vuelta por un margen indiscutible después de estar relegado prácticamente a último lugar en preferencias antes de las elecciones generales. Pero estos 61 días han sido una especie de montaña rusa que lo han llevado de aquí para allá en una tempestad política que pocos imaginaron.
Algunos analistas dicen que Arévalo, un liberal de centroizquierda (socialdemócrata dice él), ha pasado 2 meses pensando en cómo sobrevivir a la embestida de un toro bravo y herido y no en cómo gobernará durante 4 años a partir del 14 de enero, cuando asuma la presidencia.
Aunque ha pasado sorteando muchos ataques, unos muy graves y todos encabezados por el Ministerio Público que hasta busca suspender definitivamente a su partido, nadie ha dicho que no asumirá la presidencia ese día. Contando con los respaldos con los que cuenta, entre ellos el decidido del gobierno de Estados Unidos, es difícil que alguien se lo impida. Pero, la misión desgaste parece estar funcionando.
“Aquí, en 1944, en 2015 y en toda nuestra historia, se amagaron la resistencia histórica de los pueblos con las nuevas formas de protesta cívica”, escribió en redes sociales este viernes feriado en Guatemala, después de su baño de multitudes.
¡Que viva la Junta Revolucionaria de Gobierno!
¡Que viva el mayor Javier Arana!
¡Que viva el ciudadano Jorge Toriello!
¡Que viva el coronel Jacobo Abenz!
¡Que viva Juan José Arévalo Bermejo!¡Que viva el pueblo de Guatemala que no se rinde!
¡Que viva por siempre en nuestros… pic.twitter.com/Ef8ervcCtf
— Bernardo Arévalo (@BArevalodeLeon) October 20, 2023
“Aquí, en las calles, se forjó una nueva ciudadanía, plural y diversa, orgullosa de su diversidad y celosa de su identidad democrática”, agregó.