Por razones de abolengo Castro Chavista a los miembros del partido “Libre” y su cúpula en el Estado de Honduras, en la tierra hoy baldía del héroe unionista Francisco Morazán (el Bolívar de Centroamérica), tanto la prensa internacional como muchos gobiernos y organismos financieros no le han dado la debida importancia a cuánto autoritarismo ocurre en ese país, gobernado por el desplazado expresidente Manuel “Mel” Zelaya en el pasado, por su esposa Xiomara Castro en la actualidad y con fuertes aspiraciones a seguir en la Gobierna por parte de una más de ese privilegiado “familión”, del cual ella controla uno de los dos ejes de Poder: la atrevida y desorientada ex ministro de Finanzas, deudora del Gobierno, ex Presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), ministro de Defensa, ahora Candidata Presidencial y recientemente bautizada por las aguas embrujadas de la chamanería: Rixi Moncada.
Los hondureños tienen en sus manos la gran oportunidad de expulsar para siempre a los representantes oficiales (y gubernamentales) del Foro de Sao Paolo y al Narco Socialismo del Siglo XXI con la candidata en mención, por sus desatinados juicios políticos, por su gravitante impulso frente al desconocimiento en la administración de las políticas públicas y por su atragantada admiración hacia tiranos como Fidel Castro y a su sistema desorbitado y moribundo.
Meses atrás cometió un soberano ridículo frente a las cámaras de televisión en Tegucigalpa, cuando el periodista Renato Álvarez le preguntó sobre las razones por las cuales ella admiraba al tirano Fidel Castro y al desbaratado sistema que ha dejado en la isla, señalando que otra posibilidad de gobernar, era esa, el comunismo, criticando sin ninguna base las potenciales herramientas para el fortalecimiento de la democracia y la libertad bajo el capitalismo, y defendiendo, copiosamente, a capa y espada, en una retahíla de palabras descerebradas la opción que según ella, llevará a los hondureños al derroche y a la bonanza desde las cartillas des destartalado socialismo cubano.
De ella, doña Rixi, se puede seguir diciendo mucho, pues su escasa contextura política se lo permite. El asunto es que, en el hipotético caso de llegar a ser presidente, ¿hacía qué barrancos caerá la pobre nación hondureña?. Hay mucho más. Se moviliza en helicópteros del Ejercito para su campaña presidencial y no tiene pelos en la lengua para decir a los cuatro vientos que imitará una vez en la presidencia a Hugo Chavez y a Fidel Castro como exgobernantes, pues ellos, según ella, dejaron en buenas condiciones económicas a sus naciones.
“Y lo penúltimo, comentaba recientemente Antonio Betancourt del partido Alianza Patriótica Hondureña (APH) fundado por el General Romeo Vásquez quien actualmente huye por su oposición al ‘Familion’, escribió un libro —¡ohhhh, también es escritora!— junto al depuesto ‘Mel’ Zelaya que actualmente es de lectura obligatoria en las escuelas y colegios, para adoctrinamiento socialista”. Es decir, la Honduras de humanistas como Rafael Heliodoro Valle, Alfonso Guillén Zelaya, Oscar Castaneda Batres y Juan Ramón Molina, el poeta modernista amigo de Rubén Darío, ya es oficialmente también la Patria de Carlos Marx, Federico Engels, Lenin, Stalin y de criminales como el Che Guevara.
En cuanto al ‘Familión”, que intensifica la actual crisis política de ese país, con un acentuado nepotismo sin precedentes, tal parece que ahora existen dos grupos en el entorno del Poder. El primero que gira en torno a la mandataria “socialista democrática”, —otra torcida imbecilidad pues no pueden haber ideologías libres en naciones libres con doctrinas totalitarias, es decir el grupo de los “Zelaya-Castro” y el de los “Moncada-Arias” compuesto por Rixi y su esposo Enrique, señalado abiertamente de financiar la inflación de votos en el departamento de Choluteca. Arias también es candidato a diputado por Libre.
Los pueblos deben dejar de equivocarse en política. También deberán contrarrestar el fraude electoral, que a estas alturas ya está montado. Mientras más se equivoquen, más tardará en aflorar una sociedad más justa. En esta próxima contienda electoral de noviembre de 2025, de lograrse la unidad en alianzas con los partidos democráticos, tendrán la oportunidad de eliminar a estas castas vandálicas. Así también los hondureños podrán recuperar la Orden Presidencial “Francisco Morazán” que la mandataria, lisonjeramente, entregó a Nicolas Maduro, pero que este no tuvo tiempo de ir a recogerla, enviando a un segundón. ¡A veces no sirve de mucho adular tanto al Diablo por parte de quien lo adula mucho, cuidado doña Rixi!