El presidente brasileño, Lula da Silva, calificó de “Inaceptable” el comportamiento de Daniel Ortega tras la expulsión del embajador de Brasil en Managua, Breno de Souza da Costa, el pasado 7 de agosto, bajo la excusa que no participó en el aniversario de la revolución sandinista.
“El embajador no fue y luego (Ortega) resolvió pedirle a nuestro embajador que se fuera. Entonces, ¿Qué hice? También envié a su embajadora lejos. Este comportamiento no lo acepto, no lo acepto. Brasil es un país demasiado grande y no tiene problemas con nadie, el que tenga un conflicto con Brasil no le va a ir bien. Yo tengo que cuidar a Brasil”, dijo Lula da Silva en una entrevista a Radio MaisPB el viernes.
Brasil expulsó como medida recíproca a la embajadora de Ortega en el país sudamericano, Fulvia Patricia Castro Matus.
Lula dijo que su embajador no estaba obligado asistir a la celebración del 19 de julio, que además recordó él participó en 1989, y sostuvo que ese no es motivo para expulsarlo del país.
“Va a ir si quiere. Este comportamiento no lo acepto, este país es muy grande y no quiere disputas con nadie. Quiero cuidar de Brasil”, y advirtió a Ortega que ahora debe “soportar las consecuencias de sus actos”.
Lula relató que los problemas con Ortega vienen desde que en su visita a Roma, el Vaticano le pidió que mediara por la liberación del obispo católico, Rolando Álvarez, quien estaba encarcelado por la dictadura de Ortega. Entonces relato que dictador nicaragüense no atendió sus llamadas: “invento quinientas mil disculpas para no atenderme y dejó de llamarlo”.