Pasadas las 6:00 horas (hora local de Roma, 11:00 de la mañana de Panamá, 10: para el resto de Centroamérica), una espesa columna de humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que el Colegio de Cardenales ha alcanzado un consenso: la Iglesia Católica tiene nuevo papa.
Tras dos días de deliberaciones a puertas cerradas, los 133 cardenales electores reunidos desde el pasado 7 de mayo en el Vaticano eligieron al sucesor de San Pedro, el 267º pontífice en la historia de la Iglesia.
Miles de fieles y turistas congregados en la Plaza de San Pedro estallaron en júbilo al ver la tradicional señal, que marca el fin del cónclave y el inicio de un nuevo pontificado. Ahora, el mundo católico espera con expectativa la tradicional aparición en el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde se anunciará el nombre del nuevo papa con la fórmula “Habemus Papam”.
Hasta el momento, el Vaticano no ha hecho oficial la identidad del elegido, quien próximamente dirigirá su primer mensaje a los fieles como jefe de la Iglesia universal.