La industria del tabaco en Nicaragua, líder mundial en la producción de cigarros puros hechos a mano, es uno de los rubros potencialmente más afectados si se concretan las amenazas de la administración Trump de elevar los aranceles hasta el 100 % a todas las exportaciones nicaragüenses, lo que podría tener un impacto directo en los precios de los puros en EE.UU.
Según cifras del sector, Nicaragua exportó el año pasado 253 millones de cigarros artesanales a Estados Unidos, representando el 58.8 % del total enviado al mercado norteamericano.
El aviso fue emitido el pasado 20 de octubre por el representante de Comercio de EE.UU., Jamieson Greer, integrante del gabinete del presidente Trump. En un informe oficial, Greer acusó a la dictadura nicaragüense Daniel Ortega y Rosario Murillo, de violaciones a los derechos humanos y de desmantelar el estado de derecho. Entre las posibles medidas se contempla también la suspensión del acuerdo comercial CAFTA-DR, que facilita el intercambio entre Estados Unidos, República Dominicana y varios países de Centroamérica.
Marcas reconocidas como Padrón, Oliva, Drew Estate, A.J. Fernández y Perdomo fabrican la totalidad de sus cigarros en Nicaragua, mayoritariamente en Estelí, al norte del país. Otras grandes firmas como My Father, Rocky Patel, Plasencia, J.C. Newman y General Cigar también operan en territorio nicaragüense.
“El régimen Ortega-Murillo comete actos, políticas y prácticas irrazonables que limitan las oportunidades comerciales para empresas estadounidenses”, señaló Greer, y agregó que Nicaragua incurre en abusos a los derechos laborales, restricción al derecho de propiedad y a la libertad religiosa, entre otros.
Actualmente, los puros nicaragüenses ya enfrentan un arancel del 18 %, superior al 10 % aplicado a los productos dominicanos.
Una posible subida a 100 % obligaría a las compañías a reorganizar sus procesos, como trasladar parte de la producción a Honduras, estrategia que algunas marcas ya han comenzado a considerar. También se espera que una proporción mayor de puros nicaragüenses sea destinada a mercados como Europa, donde la demanda ha crecido.
En los años 80, Nicaragua ya enfrentó un embargo total por parte de EE.UU. durante la presidencia de Ronald Reagan, en 1985. Aunque entonces su industria tabacalera era más pequeña, la medida forzó a muchas empresas a trasladar operaciones a Honduras. Hoy, el impacto sería mucho mayor debido a su consolidación como el mayor productor mundial de cigarros hechos a mano, superando incluso a Cuba.
Según un informe de la Cigar Association of America (CAA), la cifra de puros exportados en 2024 por Nicaragua fue 2.5 mayor que su más cercano competidor, la República Dominicana, que exportó 92.9 millones de puros y tuvo una caída de 2.2% en sus ventas a Estados Unidos.
