Centroamérica y aliados estratégicos de América del Norte dieron un paso clave para enfrentar el resurgimiento del gusano barrenador del ganado con la definición de una hoja de trabajo para contener la plaga que amenaza la salud y la economía.
Autoridades y equipos técnicos de los servicios veterinarios de Estados Unidos, México, Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá se reunieron en San José para construir un marco de acción coordinado que permita fortalecer la vigilancia, el control y las inspecciones vinculadas al movimiento de animales.
El encuentro, denominado Reunión de Coordinación Regional sobre el Movimiento de Animales y el Control del Gusano Barrenador del Ganado (GBG), fue convocado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en conjunto con el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-APHIS).
Más de 50 representantes de organismos regionales e internacionales, como el OIRSA y la FAO, participaron en la discusión técnica para definir medidas que eviten la expansión de la plaga en el istmo.
El gusano barrenador del ganado es causado por una mosca cuyas larvas afectan principalmente al ganado bovino, aunque también pueden atacar a otras especies domésticas, silvestres e incluso a personas. Su reaparición implica riesgos serios para la producción ganadera, los flujos comerciales y las economías rurales, que dependen de la salud del hato para sostener sus ingresos.
Proponen sistema de control regional
Manuel Otero, director general del IICA, subrayó que crear un sistema regional de puntos de inspección sería fundamental para cortar el avance del gusano barrenador. Destacó que el instituto tiene la capacidad de reunir a todos los actores clave y movilizar acciones concretas para responder a uno de los desafíos sanitarios más urgentes del sector agropecuario.
Por su parte, Lloyd Day, subdirector del IICA, advirtió que la amenaza del GBG solo puede enfrentarse mediante una acción conjunta. Recalcó que la cooperación entre países es “esencial” y no una opción, y reiteró el compromiso del organismo para apoyar técnica y operativamente a las naciones del istmo.
Desde el USDA-APHIS, Ibrahim Shaqir recordó que, pese a los avances científicos, el brote actual plantea nuevos retos que exigen alinear los sistemas de vigilancia, mejorar la trazabilidad del movimiento animal y fortalecer los mecanismos de intercambio de información entre los países. Enfatizó la necesidad de desarrollar capacidades de largo plazo, impulsar nuevas metodologías y garantizar transparencia sanitaria en toda la región.
Adis Dijab, también del USDA-APHIS, explicó que Estados Unidos ha estructurado un plan basado en cinco ejes, que contemplan la detención del avance de la plaga en México, reforzar la detección en la frontera, preparar a los estados ante eventuales emergencias, comunicar con claridad la magnitud del riesgo e impulsar la innovación en el combate de la plaga.
