La decisión de Honduras de romper relaciones diplomáticas con Taiwán en marzo de 2023 ha generado consecuencias económicas significativas para el país, particularmente en sectores clave de exportación.
De acuerdo con el analista Kevin Rodríguez, la pérdida de acceso al mercado taiwanés ha afectado gravemente la industria camaronera, una de las principales fuentes de empleo en la zona sur del país.
Rodríguez explicó que la decisión de finalizar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Taiwán se tomó sin un análisis adecuado de sus implicaciones, lo que ha provocado la desaparición de una industria que generaba alrededor de 20 mil empleos.
“El problema es que se tomaron decisiones sin comprender el impacto real en la economía hondureña. Esta ruptura eliminó un mercado que compraba camarón hondureño en volúmenes significativos”, señaló, en una entrevista con la emisora hondureña HRN.
Un vínculo económico de larga data
La relación entre Honduras y Taiwán no sólo se limitaba a la importación y exportación de productos. Durante décadas, Taiwán fue un socio estratégico para Honduras, proporcionando apoyo en sectores como la infraestructura, educación y desarrollo agrícola.
A través de programas de cooperación, el país asiático financió proyectos en áreas rurales, promovió el desarrollo de la pequeña empresa y ofreció becas a estudiantes hondureños para estudiar en universidades taiwanesas.
En términos comerciales, Honduras mantenía una balanza comercial positiva con Taiwán.

Según datos de 2022 y 2023, el país exportaba más de $120 millones en productos, principalmente camarón, café y azúcar.
En contraste, la balanza comercial con China ha sido históricamente negativa, incluso antes de la ruptura con Taiwán, lo que genera incertidumbre sobre los beneficios a largo plazo de este cambio diplomático.
¿Qué sector debió liderar las negociaciones?
Para Rodríguez, el sector privado debía tener un papel central en la toma de decisiones sobre la ruptura con Taiwán, especialmente aquellas empresas con exportaciones a este mercado.
“Los empresarios que dependían de Taiwán como destino de exportación debieron haber sido consultados antes de tomar una medida tan drástica”, argumentó.
A pesar de que Honduras ahora mantiene relaciones con China, el analista destaca que la presencia de inversión de esa nación en el país es limitada.
“Honduras siempre ha importado productos chinos, desde maquinaria hasta paneles solares, pero no hay una industria china instalada en el país, a diferencia de la inversión estadounidense, que ha generado fábricas y empleos”, puntualizó.
El impacto de esta decisión también se refleja en la producción agrícola. En Comayagua, por ejemplo, terrenos que anteriormente se destinaban a la producción de melón para exportación a Taiwán han cambiado de cultivo debido a la pérdida de este mercado.
“Ya tenemos un costo tangible de esta decisión”, concluyó Rodríguez, advirtiendo que los efectos podrían prolongarse si no se generan nuevas oportunidades comerciales con China que compensen la pérdida del mercado taiwanés.
Con información de Radio HRN