Costa Rica, tradicionalmente conocido como un destino accesible para turistas internacionales, enfrenta una caída sostenida en la llegada de visitantes debido al incremento generalizado de precios que ha elevado el costo promedio de viaje de $5,500 dólares en 2022 a 7,800 dólares en 2025, según reportes de agencias de viajes y empresarios del sector.
Durante 7 meses consecutivos, de septiembre de 2024 a marzo de 2025, la llegada de turistas al país ha disminuido, una tendencia que, según advertencias del sector privado, podría mantenerse pese al repunte interno por Semana Santa registrado en abril.
Aunque los datos oficiales de cierre de mes aún no han sido publicados, los empresarios turísticos señalan que la visitación internacional sigue sin recuperarse.
Una publicación reciente de Yahoo! Live evidenció el fenómeno. El portal citó a Casey Holloran, fundador de Costa Rican Vacations, quien afirmó que “el viajero de clase media a Costa Rica prácticamente ha desaparecido” debido al alto costo de vuelos, hoteles, excursiones y servicios adicionales. Holloran detalló que, además de los aumentos, las estancias promedio se han reducido de siete a solo cuatro noches.
El encarecimiento del destino ha afectado particularmente al turismo familiar, pet-friendly y cultural, segmentos que hasta hace poco contribuían significativamente al flujo de visitantes. “Costa Rica solía ser un destino económico; ahora, factores como la inflación y las fluctuaciones monetarias han transformado su perfil”, describe el informe de Yahoo! Live.
El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y el Gobierno sostienen que el país sigue atrayendo a un turista de alto poder adquisitivo menos sensible a las variaciones de precios o tipo de cambio.
Sin embargo, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) reconoció recientemente que el fortalecimiento del colón frente al dólar podría estar afectando la competitividad del sector, aunque calificó la situación como un problema multifactorial.
La Cámara Costarricense de Turismo (Canatur) advirtió que la pérdida de competitividad se agrava por otros factores como el deterioro de la infraestructura vial, la creciente percepción de inseguridad y las dificultades de acceso a parques nacionales y atractivos turísticos.
Según cifras del ICT, durante el primer trimestre de 2025 la caída de turistas fue de un 3,8 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, un desafío para alcanzar las metas de crecimiento previstas en el Plan Nacional de Turismo, que proyecta un incremento del 2,7 % para este año.
El ministro de Turismo, William Rodríguez, reconoció que Costa Rica es un destino históricamente costoso, pero defendió el modelo de turismo basado en el valor y no en precios bajos. “No competimos por precio como otros destinos de Centroamérica, sino por calidad y valor”, sostuvo.
No obstante, las advertencias del sector privado son claras: si el país no corrige el encarecimiento de sus servicios turísticos y no recupera parte de su tradicional atractivo para viajeros de clase media, podría enfrentar una contracción mayor en uno de los motores principales de su economía, que genera cerca del 8 % del PIB y emplea directamente a más de 150.000 personas.