El jefe de la Autoridad del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, anunció el martes 12 de septiembre que se podrían reducir aún más los tránsitos diarios de buques si persiste la sequía que ha afectado la región este año.
Esta iniciativa busca preservar los recursos hídricos y promover la sostenibilidad ambiental en esta ruta, vital para el comercio mundial.
Para mitigar el impacto ambiental, el canal implementó restricciones en el calado de los buques y en el número de tránsitos diarios a principios de año, generando un aumento en la espera de naves para cruzar esta vía.
Actualmente, se autoriza el paso de hasta 32 buques al día, en comparación con los 36 en condiciones normales. Asimismo, se redujo el calado máximo permitido de 50 a 44 pies.
La preocupación por la disponibilidad de agua en el canal ha llevado a la consideración de nuevas reducciones en los tránsitos diarios, antes de contemplar cualquier modificación adicional en el calado, una medida que afectaría principalmente a los transportistas.
Jorge Quijano, exadministrador del Canal de Panamá, advirtió sobre la importancia crítica de abordar el problema del agua para garantizar la continuidad de este negocio.
La sequía ha generado restricciones en el tráfico y en el calado de buques, resultando en largas filas de embarcaciones a la espera de cruzar la vía.
El Canal de Panamá obtiene su agua de lluvia para operar las esclusas y depende de las cuencas hidrográficas de los lagos Gatún y Alhajuela.
Sin embargo, la última modernización de esta cuenca se realizó en 1935, cuando se registraban menos de la mitad de los tránsitos actuales.
La Autoridad del Canal de Panamá está investigando nuevas fuentes de agua, pero las restricciones actuales han suscitado preocupaciones sobre la posible reorientación de rutas por parte de las navieras.
Comprometido con la conservación del agua, el canal mantendrá estas restricciones por un período de un año, en un esfuerzo por garantizar la viabilidad a largo plazo de esta vía crucial para el comercio mundial.