Las calles de la capital panameña fueron escenario este martes de una multitudinaria movilización liderada por estudiantes, docentes y autoridades de la Universidad de Panamá, quienes alzaron su voz contra el memorando de entendimiento firmado entre Panamá y Estados Unidos que permite una mayor presencia militar estadounidense cerca del Canal.
A ritmo de la canción “Patria” de Rubén Blades y ondeando banderas nacionales, los manifestantes recorrieron durante tres horas el trayecto desde la sede universitaria hasta las cercanías del edificio de la Administración del Canal. La protesta, una de las más grandes registradas en los últimos años, estuvo cargada de simbolismo nacionalista y de rechazo a lo que consideran una amenaza a la soberanía panameña.
El acuerdo, firmado en abril durante la visita del secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, ha generado fuerte polémica, ya que abre la puerta a que personal militar, ingenieros y contratistas estadounidenses operen en tres sitios estratégicos bajo jurisdicción panameña. Aunque el Gobierno asegura que no se trata de la reinstalación de bases ni de una cesión territorial, el contexto político y las declaraciones del expresidente Donald Trump —quien ha insinuado retomar el control estratégico del Canal frente a China— han avivado el malestar.
Masiva marcha protagonizó esta mañana la Universidad de Panamá. Participaron profesores, estudiantes y administrativos. Una fuente de la Presidencia comentó a este servidor que según los estamentos de seguridad se estima que marcharon alrededor de 15 mil personas. pic.twitter.com/wPN6Y1DXDK
— Abdel Fuentes-Panamá (@Abdelfuentesc) May 6, 2025
“Nuestro presidente actúa a espaldas del pueblo”, dijo Tony Ruiz, estudiante universitario de 30 años, refiriéndose al mandatario José Raúl Mulino, quien enfrenta crecientes críticas también por sus ataques a la autonomía universitaria y su respaldo a una reforma al sistema de pensiones ampliamente rechazada.
El canciller Javier Martínez-Acha defendió el acuerdo asegurando que no compromete la neutralidad ni la soberanía del país, y que la cooperación con Estados Unidos es clave para el fortalecimiento de la seguridad nacional. No obstante, reconoció que el manejo comunicacional desde Washington “afectó el espíritu de buena fe” con el que Panamá habría aceptado colaborar.
La marcha universitaria se suma a una oleada de protestas nacionales que incluye a trabajadores de la construcción, el sector salud y el magisterio, quienes también exigen la derogación de reformas impopulares y rechazan la posible reapertura de una mina de cobre cerrada por orden judicial.
En medio de un panorama social tenso y con un ambiente electoral en el horizonte, el Gobierno panameño busca equilibrar sus compromisos internacionales con una ciudadanía cada vez más movilizada y crítica frente a lo que considera retrocesos en materia de soberanía, derechos y transparencia.