El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá resguarda los restos óseos de 220 migrantes que murieron entre 2019 y 2024 en su paso por la selva del Darién. Así lo confirmó el director de la institución, José Vicente Pachar.
Las autoridades panameñas trabajan en la identificación de las víctimas mediante perfiles genéticos. Para esta tarea, cuentan con la colaboración de un equipo antropológico argentino. El proyecto forma parte de una asistencia humanitaria internacional sin costo para el Estado.
Los restos permanecen en nichos humanitarios hasta que puedan ser entregados a sus familias. “Hacemos gestiones para ubicar a los familiares después de hacer las identificaciones genéticas y devolver los restos a sus países de origen”, explicó Pachar.
El equipo argentino también realizará pruebas para establecer el origen de las personas fallecidas. Esta información permitirá contactar a las autoridades de cada país para facilitar el proceso de repatriación.
🧵Last yr, 250,000 ppl crossed the Darién jungle in a desperate attempt to make it to the US. This year, that number has already reached 360k. @federicorios and I have returned again & again to the jungle, trying to understand this flow. Some anecdotes from our latest reporting. pic.twitter.com/I4CxCpM5oL
— julieturkewitz (@julieturkewitz) September 14, 2023
La selva del Darién, ubicada entre Colombia y Panamá, fue durante años una de las rutas migratorias más peligrosas de América. Cientos de personas perdieron la vida intentando cruzar hacia Estados Unidos.
El director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Larry Solís Velásquez, informó que el flujo migratorio está actualmente bajo control. “Mantenemos el flujo del sur hacia el norte en cero. Son pocas las personas que están llegando”, aseguró.
Solís Velásquez detalló que más de 1.3 millones de personas atravesaron Panamá en una década de “operación de flujo controlado”. Atribuyó el control actual a la coordinación interinstitucional y el apoyo de organismos internacionales como la OIM.