El sacerdote Ismael Moreno dijo criticó la politización de las ayudas destinadas a los afectados por la tormenta tropical Sara, que golpeó severamente Honduras entre el 14 y el 17 de noviembre.
Según el religioso, conocido como padre Melo, diversas figuras políticas están utilizando la crisis como una herramienta para ganar protagonismo, lo que está perjudicando la efectividad en la atención a los damnificados y deteriorando la confianza de la población en las autoridades.
A través de su cuenta en X denunció que varios líderes partidarios están usurpando el rol de las instituciones encargadas de coordinar la distribución de los recursos. “Líderes y corrientes de partidos que pasan por encima de instituciones responsables de coordinar entregas, boicotean al gobierno. Más si es de corrientes de partido oficial”, escribió.
Líderes y corrientes de partidos que pasan por encima de instituciones responsables de coordinar entregas, boicotean al gobierno. Más si es de corrientes de partido oficial. Usar hambre de damnificados para politiquear es un acto inmoral y desnaturaliza campaña. Vale para todos
— Ismael Moreno (@Melosjmoreno) November 20, 2024
El sacerdote también condenó lo que consideró una “instrumentalización de la necesidad” de los afectados, destacando que el uso de la tragedia para obtener réditos políticos es inmoral. “Usar hambre de damnificados para politiquear es un acto inmoral y desnaturaliza campaña. Vale para todos”, expresó en un mensaje posterior.
Moreno subrayó que este tipo de prácticas no solo obstaculizan la entrega eficiente de la ayuda humanitaria, sino que también incrementan la desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones.
Además, reflexionó sobre las consecuencias sociales y estructurales de los desastres naturales en Honduras: “Los temporales desnudan la precariedad de nuestras maltrechas vidas e infraestructuras. Por igual, muestran la generosidad de mucha gente, pero también brota la precariedad de mentes y corazones de políticos que salen detrás de las desgracias humanas para convertirlas en votos”.
La tormenta tropical Sara causó al menos seis muertes en los departamentos de Yoro, Colón, Olancho, Francisco Morazán y Choluteca, y afectó a más de 212,000 personas, distribuidas en 59,573 familias. De estas, 18,562 resultaron damnificadas, mientras que 4,079 fueron evacuadas y 3,693 permanecen en albergues temporales. Además, los daños materiales fueron significativos: 4,120 viviendas resultaron afectadas, de las cuales 427 quedaron totalmente destruidas, y 2,458 comunidades están incomunicadas debido a los daños en puentes y las inundaciones que obstaculizaron el acceso.