El Ministerio de Salud (Minsa) confirmó el viernes la circulación en Panamá de la variante de influenza AH3N2, subtipo K. El hallazgo se produjo tras la secuenciación realizada por el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), que analizó diez muestras recolectadas entre noviembre y diciembre, de las cuales tres resultaron positivas para esta variante específica en medio del incremento estacional de virus respiratorios.
Uno de los casos de mayor cuidado fue el de una joven de 23 años, residente de Bella Vista, quien debió ser ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Santo Tomás el pasado 12 de noviembre. La paciente presentó un cuadro severo de dificultad respiratoria y exacerbación de asma; cabe destacar que la mujer no contaba con antecedentes de vacunación ni registros de viajes recientes al extranjero.
Durante el mes de diciembre se identificaron los otros dos contagios. El primero de ellos corresponde a una mujer de 40 años en Parque Lefevre, quien presentó síntomas gripales leves y fue atendida de forma ambulatoria. El segundo caso afectó a un menor de un año de edad, residente de Arraiján, quien requirió hospitalización en la sala de cuidados respiratorios del Hospital del Niño tras presentar fiebre y dificultad para respirar.
Tanto el caso del Policentro de Parque Lefevre como el del Hospital del Niño fueron detectados a través del sistema de vigilancia centinela de virus respiratorios. Afortunadamente, las autoridades sanitarias confirmaron que todos los pacientes afectados por esta nueva variante ya han sido dados de alta y se encuentran fuera de peligro.
Este reporte surge semanas después de que el Minsa emitiera una alerta epidemiológica ante la detección previa de la variante K en la vecina Costa Rica. La aparición de estos casos locales confirma que el virus ya se encuentra en territorio panameño, lo que ha puesto en alerta a los sistemas de monitoreo epidemiológico para contener posibles brotes masivos.
Las autoridades reiteraron el llamado urgente a la ciudadanía para reforzar la etiqueta respiratoria, que incluye el lavado de manos constante y cubrirse al toser. Asimismo, se enfatiza la importancia de la vacunación, dado que ninguno de los pacientes detectados contaba con el esquema de inmunización contra la influenza, una herramienta clave para prevenir cuadros graves de la enfermedad.







