El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) intensificó las acciones de control sanitario ante el brote de gusano barrenador que afecta a diferentes regiones del país. En una reciente jornada de vigilancia, las autoridades inspeccionaron a 9 mil 486 animales y detectaron 82 nuevos casos, lo que eleva la preocupación en el sector pecuario y en la región centroamericana.
La enfermedad, que ha tenido impacto en varios países del continente, representa un riesgo para la ganadería, la economía rural y la seguridad alimentaria, de ahí que Guatemala refuerce sus medidas de prevención y atención.

El MAGA informó que, hasta la semana epidemiológica número 37, se acumulan 2 mil 223 casos confirmados. Los 82 nuevos contagios corresponden a los departamentos de Guatemala, Izabal, Quiché y Santa Rosa, donde los equipos de inspección trabajaron directamente en comunidades y puestos de control.
El gusano barrenador afecta a los animales a través de heridas abiertas y se aloja en distintas partes del cuerpo, como extremidades, orejas, cuernos, ombligos, vulvas, cuellos y cabezas. Durante las inspecciones más recientes, los veterinarios aplicaron tratamientos curativos y preventivos para reducir la propagación.
La mayoría de casos se concentran en bovinos, con más de mil registros. Le siguen perros (602 casos), cerdos (150) y caballos (110). Por departamentos, los mayores reportes se ubican en Izabal (463), Suchitepéquez (303), Alta Verapaz (176), Guatemala (127) y Petén (123).

Además de la atención directa a los animales, el MAGA revisó 373 vehículos de transporte de ganado y capacitó a 272 personas en medidas de prevención y cuidado.
Estas acciones se desarrollaron entre el 7 y el 13 de septiembre, bajo la coordinación del Viceministerio de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones (Visar) y el Programa Nacional para el Control y Erradicación del Gusano Barrenador.
Las autoridades guatemaltecas han reiterado que este brote requiere un enfoque regional, ya que el gusano barrenador no conoce fronteras y puede extenderse fácilmente hacia otros países de Centroamérica, poniendo en riesgo la producción ganadera y el comercio internacional.