La demanda creciente por una educación bilingüe y de calidad está redefiniendo el panorama educativo en El Salvador. En respuesta a este cambio, la institución canadiense Maple Bear anunció su llegada al país con un modelo educativo internacional enfocado en el dominio del inglés y el desarrollo de habilidades globales.
Christian Marulanda, gerente de país de Maple Bear, explicó que aunque El Salvador avanza en áreas como innovación digital, seguridad e inversión extranjera, enfrenta un desafío clave: el nivel educativo de su población, especialmente en inglés. “Queremos contribuir a cerrar esta brecha y preparar a los estudiantes para un mundo globalizado”, afirmó.
El contexto educativo salvadoreño presenta retos importantes. Según datos recientes, solo entre 12 y 20 de cada 100 estudiantes completan la educación secundaria, y el acceso a la educación inicial sigue siendo desigual.
Además, cerca del 80% de los jóvenes no acceden a estudios superiores. Frente a esta realidad, la educación bilingüe se vuelve una herramienta estratégica.
En los últimos cinco años, la matrícula en colegios privados ha crecido un 10%, impulsada por una clase media emergente que busca mejores oportunidades. En ese mismo periodo, los colegios bilingües han registrado un crecimiento aún mayor, sobre todo en preescolar y primaria.
Actualmente, la inversión pública en educación representa solo el 3.43 % del PIB, abriendo espacio para que el sector privado complemente la oferta. En este contexto, Maple Bear ve una oportunidad para ofrecer su modelo educativo, presente en 39 países y reconocido por su enfoque individualizado e innovador.
“Nuestra misión no es solo enseñar inglés, sino fomentar el pensamiento crítico, la innovación y una visión global en los estudiantes”, dijo Marulanda.
Añadió que la educación bilingüe es clave para el desarrollo sostenible del país.
Además del impacto social, la inversión en educación privada representa una atractiva oportunidad económica. El sector ha crecido un 12% en inversión en los últimos cinco años, y el retorno para franquicias educativas en El Salvador oscila entre el 15% y el 22% anual.
Con una población joven —más del 60% tiene menos de 30 años— y una demanda creciente por educación internacional, Maple Bear busca aliados estratégicos e inversionistas para expandir su modelo en la región. “Queremos formar parte del desarrollo de El Salvador y dejar un legado de alto impacto social a través de la educación”, concluyó Marulanda.
Maple Bear apuesta por formar nuevas generaciones con competencias globales, capaces de integrarse a la economía internacional, acceder a empleos mejor remunerados y contribuir al crecimiento sostenible del país.