El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo divulgó este sábado un comunicado oficial que, bajo un tono aparentemente solemne, expresó “respetos” por el fallecimiento de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro.
“Al conocerse la noticia del fallecimiento en Costa Rica de la ex-Presidenta de Nicaragua, Doña Violeta Barrios de Chamorro, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, reafirma que su Figura representó un aporte para la necesaria Paz en nuestro País. Primero, al Triunfo de la Revolución, en la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y luego a partir de 1990”, dice el documento.
“La ex-Presidenta Chamorro, postulada para unas Elecciones cuyos resultados reflejaron el infinito cansancio y sufrimiento de la guerra impuesta a Nicaragua por los Imperialistas de la Tierra, representó la posibilidad de ratificar la conclusión de esa guerra injusta y sangrienta”, dijo la dictadura.
El comunicado generó rechazo y odio entre los opositores, líderes políticos, organizaciones sociales y ciudadanía nicaragüense.
Los dictadores no mencionan en ningún momento el contexto histórico que rodeó su llegada al poder en 1990: una Nicaragua devastada por una década de dictadura militar sandinista, colapsada económicamente y fracturada por la guerra civil que el propio sandinismo promovió contra miles de campesinos opositores.
El mensaje, firmado por la dictadura conyugal y publicado por los medios oficialistas, ha sido calificado como “una muestra cínica de manipulación histórica” por periodistas independientes y miembros de la familia Chamorro.
El texto evita referirse al legado de pacificación de doña Violeta, quien puso fin a un conflicto armado que había costado más de 50.000 vidas, y hereda una economía con una inflación anual de 13,500%, una moneda destruida y un país sin reservas internacionales tras diez años de estatismo, racionamientos y guerra interna.
El periodista exiliado Luis Galeano, del programa Café con Voz, reaccionó diciendo que el régimen “pretende blanquear su responsabilidad en la tragedia de los 80” con un mensaje hipócrita que evita nombrar que Chamorro llegó a la presidencia tras derrotar al propio Daniel Ortega en las elecciones democráticas de 1990.
La dictadura ignora que fue precisamente la catástrofe sandinista lo que catapultó la esperanza de millones de nicaragüenses, dijo el periodista exiliado Henry Briceño, quien fue confiscado y desterrado en 2024 por la dictadura Ortega Murillo.
Por su parte, el periodista y cronista deportivo Miguel Mendoza cuestionó el comunicado desde el exilio, diciendo que los sandinistas le declararon la guerra y sabotearon el gobierno de la exmandataria desde 1990 hasta 1996.
El comunicado del régimen tampoco menciona que Violeta Barrios de Chamorro desmanteló el aparato represivo heredado de los años de guerra, impulsó la reconciliación nacional y devolvió la libertad de prensa a medios clausurados por el Frente Sandinista en los años 80, incluyendo el diario La Prensa, propiedad de su familia, que había sido objeto de censura y ocupaciones militares, tal y como lo volvieron a hacer en 2022.
Desde las redes sociales, medios, periodistas y analistas cuestionaron la postura cínica del régimen, recordando que “doña Violeta lideró la transición más importante en la historia reciente de Nicaragua”, y subrayaron el contraste entre su legado de paz y el actual régimen, que ha sumido al país nuevamente en la represión, el exilio, las confiscaciones y la censura.Violeta Barrios de Chamorro murió este viernes 14 de junio de 2025 en Costa Rica, tras años de enfermedad y silencio forzado por su exilio.
Murió lejos de su país, víctima de la misma persecución que hoy sufren miles de nicaragüenses.
La dictadura que ella venció en las urnas hace 35 años se aferra al poder ignorando que su legado histórico se forjó precisamente en la derrota del autoritarismo y en la esperanza de una Nicaragua libre, que hoy sigue siendo negada.