Aunque representan menos del 3 % de la población inmigrante total en Estados Unidos, los guatemaltecos se han consolidado como uno de los grupos de más rápido crecimiento en ese paí, según un informe del Migration Policy Institute (MPI). En 2023, casi 1.3 millones de guatemaltecos residían en Estados Unidos, cifra que ha crecido de manera sostenida desde la década de 1980, impulsada por conflictos internos, pobreza y desastres naturales.
La migración guatemalteca, marcada por la huida de una guerra civil de 36 años (1960-1996), ha evolucionado en las últimas décadas debido a factores estructurales como la pobreza rural, la inseguridad postbélica y las oportunidades laborales al norte del continente.
Los guatemaltecos que viven en el extranjero y otras personas con vínculos con el país enviaron casi $20 mil millones en remesas a familiares y amigos en Guatemala a través de canales formales en 2023, según estimaciones del Banco Mundial. Esto representa un aumento de casi $9 mil millones desde 2019, probablemente reflejando el impacto de la pandemia de COVID-19 y la consiguiente restricción económica en Guatemala, que dificultó el acceso a productos básicos. Las remesas representaron cerca del 20 por ciento del PIB de Guatemala en 2023, frente al 14 por ciento en 2019.
Según el informe del MPI, la comunidad guatemalteca se caracteriza por ser más joven que el resto de la población inmigrante: su edad promedio es de 37 años, similar a la de los nacidos en Estados Unidos, pero notablemente menor que los 47 años de la población inmigrante general. Un 83 % de los guatemaltecos están en edad laboral, superando el promedio de otros grupos migrantes.
También presentan una alta participación laboral: el 74 % de los mayores de 16 años están activos en la fuerza laboral, aunque en sectores marcados por bajos salarios como los servicios, la construcción y el mantenimiento. Pese a su esfuerzo económico, los hogares encabezados por guatemaltecos reportaron ingresos medianos de $61,200, lejos de los $78,700 del promedio inmigrante.
La migración desde Guatemala ha sido impulsada por conflictos internos como la guerra civil (1960-1996), así como por pobreza rural, desastres naturales, violencia e inseguridad, además de la demanda de mano de obra en Estados Unidos.
Sin estatus legales, desigualdades educativas y barreras lingüísticas
El estudio advierte que el nivel educativo entre los inmigrantes guatemaltecos es más bajo que el promedio nacional. Más de la mitad no ha completado la secundaria, y solo el 9 % posee al menos una licenciatura. Además, el dominio del inglés es limitado: el 72 % reporta hablarlo menos que “muy bien”, y muchos tienen como lengua materna idiomas mayas como el kaqchikel o el mam.
Un dato que llama la atención es que casi la mitad de los guatemaltecos llegó al país después de 2010, y solo un 25 % ha obtenido la ciudadanía estadounidense. A mediados de 2023, el MPI estimó que 1.4 millones de inmigrantes guatemaltecos vivían en EE. UU. sin autorización legal —una cifra superior al número oficial de guatemaltecos registrados en el censo, debido a subregistros—. Esta población representa el 10 % de todos los inmigrantes no autorizados en el país.
Solo 14,300 guatemaltecos estaban inscritos en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), representando menos del 3 % del total de beneficiarios. Mientras tanto, la falta de estatus legal ha contribuido a una cobertura médica deficiente: casi la mitad de los inmigrantes guatemaltecos no tiene seguro de salud, en comparación con el 18 % del total de inmigrantes.
Concentración geográfica y comunidad en crecimiento
Los guatemaltecos tienden a radicarse en estados con economías robustas y presencia latina como California, Florida y Texas. Cinco condados, entre ellos Los Ángeles (California) y Harris (Texas), concentran una cuarta parte de esta población. Además, las áreas metropolitanas de Washington, Nueva York, Miami y Houston albergan a las comunidades más numerosas.
En conjunto, la diáspora guatemalteca, incluyendo nacidos en Guatemala y personas que se identifican como de origen guatemalteco, supera los 2.3 millones de personas en Estados Unidos, lo que la convierte en la vigésima más numerosa del país.
La mayoría de estos migrantes no tiene estatus legal. Se estima que 1.4 millones de guatemaltecos viven sin autorización en Estados Unidos, casi el triple que en 2010. De estos, solo un 25 % ha logrado la naturalización, y el 47 % arribó después de 2010.
Además, enfrentan serias limitaciones en el acceso a servicios básicos: el 47 % carece de seguro médico. El dominio del inglés también es reducido; un 72 % reconoció no hablarlo “muy bien” y muchos hablan lenguas indígenas como el kaqchikel o el mam en lugar del español.