La Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó hoy al régimen de Daniel Ortega la liberación inmediata del obispo católico de Matagalpa, Rolando Álvarez Lagos, encarcelado por la dictadura desde agosto pasado y condenado a 26 años de prisión.
En su Resolución, la Corte encontró que, con la detención de Monseñor Álvarez Lagos, se configuran una serie de factores de riesgo que imponen la adopción de Medidas Provisionales, ya que se encuentra en una situación de gravedad de que se consumen daños irreparables a su vida, salud e integridad personal.
Además, sostuvo que esta situación es agravada debido a que habría sido condenado a la “pérdida de derechos ciudadanos de carácter perpetuo y a la pérdida de la nacionalidad nicaragüense”, lo que lo coloca en una situación de extrema vulnerabilidad.
La dictadura de Daniel Ortega ha desacatado todas las resoluciones de la Corte Interamericana y ha desestimado las críticas de organismos de Derechos Humanos de todo el mundo.
La resolución de la Corte dispuso además, requerir al Estado nicaragüense para que, mientras se surten los trámites administrativos necesarios para la liberación inmediata de Monseñor Álvarez Lagos, “proceda a garantizar un trato digno mediante el acceso inmediato a servicios de salud, medicamentos y alimentación adecuada, así como a facilitar su contacto con familiares y abogados. Esta orden no podrá ser utilizada para retrasar la liberación del beneficiario”.
La CIDH otorgó un plazo hasta el 7 de julio de 2023 para que el Estado de Nicaragua le informe sobre la situación de Monseñor Álvarez Lagos.
La dictadura de Ortega ha desatado una feroz persecución contra la iglesia católica nicaragüense, ha encarcelado a más de una veintena de sacerdotes y diáconos, expulsado a sacerdotes y monjas, prohibido procesiones y despojado de su nacionalidad a varios religiosos, incluyendo el obispo Álvarez y el obispo auxiliar de Managua, exiliado en Miami, Silvio Báez.