El Juzgado de Letras Penal de Francisco Morazán emitió ayer una alerta migratoria contra el general en retiro Romeo Vásquez Velásquez, quien enfrenta acusaciones por el asesinato del joven Isy Obed Murillo y la tentativa de homicidio contra Alex Roberto Zavala, ambos relacionados con las protestas de 2009 en Honduras.
La alerta fue emitida en respuesta a las investigaciones que vinculan a Vásquez Velásquez con estos delitos, ocurridos durante las manifestaciones que marcaron el golpe de estado en ese año.
La acusación también involucra a otros dos generales retirados: Venancio Cervantes Suazo y Carlos Roberto Puerto Fúnez, quienes, según el Ministerio Público (MP), están implicados en los mismos hechos.
El pasado sábado, Romeo Vásquez fue incluido en la lista de los 10 hondureños más buscados por la Policía Internacional (Interpol) en el país, como medida para evitar su posible salida del territorio nacional.
Al Pueblo Hondureño y a la Comunidad Internacional. ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar para silenciarme? https://t.co/Gk3RtD3442 pic.twitter.com/BC91JHYT1n
— Romeo Vásquez Velásquez (@RomeoVasquezAPH) March 23, 2025
En un primer momento, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, anunció una recompensa de 500,000 lempiras ($19,400) para quienes brindaran información sobre el paradero de Vásquez Velásquez. Sin embargo, la recompensa fue incrementada a un millón de lempiras en un intento por acelerar la captura del exmilitar.
Estas acciones fueron tomadas luego de que Vásquez Velásquez no se presentara a una audiencia programada, en la que su defensa había sido notificada de las órdenes de captura en su contra. Así lo informó la portavoz de los Juzgados, Bárbara Castillo, el pasado viernes 21 de marzo.
El general retirado, junto con Cervantes Suazo y Puerto Fúnez, se enfrenta a graves cargos, no solo por el asesinato de Isy Murillo, sino también por la tentativa de homicidio contra Alex Roberto Zavala, quien resultó herido durante las manifestaciones en 2009.
Las autoridades continúan con la búsqueda de los acusados, mientras la justicia sigue su curso en este caso, que mantiene a la sociedad hondureña expectante respecto a las responsabilidades que puedan recaer sobre estos exmilitares.