El gobierno salvadoreño desplegó a 3,500 militares y 500 policías en 2 populosos policías en busca de más pandilleros, un día después del asesinato de una niña de 6 años en una colonia que por años fue el principal fuerte de la temida pandilla barrio 18.
El presidente Nayib Bukele anunció la movilización que, dijo, es parte de la fase de extracción del Plan Control Territorial, su política de seguridad pública, que incluye una guerra frontal contra las sangrientas maras.
“No vamos a detenernos hasta capturar al último terrorista que quede”, escribió Bukele en su cuenta en X.
Desde esta madrugada, 3500 soldados y 500 policías han establecido 3 cercos de seguridad en: Popotlán y Valle Verde, en Apopa; y La Campanera, en Soyapango.
Seguimos ejecutando la fase de #Extracción del Plan Control Territorial.
No vamos a detenernos hasta capturar al último… pic.twitter.com/cIsfeX4GWG
— Nayib Bukele (@nayibbukele) October 11, 2023
La legislación salvadoreña considera terroristas a todos los miembros de pandillas.
El despliegue ha establecido cercos de seguridad en Popotlán y Valle Verde, Apopa (al norte del área metropolitana) y La Campanera (al oriente), dos municipios densamente poblados y donde los pandilleros llegaron a tener control absoluto del territorio.
Desde marzo del año pasado, en El Salvador impera un estado de excepción que ha permitido el arresto de poco más de 72,000 mareros.
Pese a la evidente mejoría de seguridad pública en el país, la guerra antipandillas es cuestionada por organismos de derechos humanos que han denunciado al menos 150 casos documentados de torturas y homicidios en cárceles de detenidos.