Casi 800 personas fueron evacuadas en Guatemala la erupción del Volcán de Fuego, considerado el más activo de Centroamérica. La emergencia comenzó la noche del miércoles 4 de junio, cuando el coloso, ubicado a tan solo 35 kilómetros de la Ciudad de Guatemala, incrementó significativamente su actividad volcánica.
De acuerdo con reportes oficiales, el volcán expulsó ceniza a más de 7,000 metros de altura y generó flujos piroclásticos —masas ardientes de gas y material volcánico— que descendieron por sus laderas, lo que motivó a las autoridades a declarar alerta naranja y activar protocolos de evacuación.
Las personas evacuadas provienen de comunidades cercanas al volcán y fueron trasladadas a albergues temporales habilitados por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred). En tanto, se mantiene cerrada la carretera que bordea el volcán y conecta el sur del país con la ciudad colonial de Antigua Guatemala, una de las principales rutas de tránsito en la región.
En un mensaje a la nación, la vicepresidenta Karin Herrera expresó su solidaridad con los damnificados: “A las comunidades afectadas por la creciente actividad del Volcán de Fuego les digo: no están solas”.
Asimismo, destacó que junto a Conred se están implementando medidas preventivas para garantizar la seguridad y el bienestar de la población durante la emergencia.
Herrera hizo además un llamado urgente “a la unidad y la colaboración de toda la sociedad para proteger a quienes más nos necesitan en este momento”.
El Volcán de Fuego ha registrado varias erupciones significativas en los últimos años. La más trágica ocurrió en junio de 2018, cuando una serie de flujos piroclásticos dejó más de 200 muertos y decenas de desaparecidos. Las autoridades continúan monitoreando la situación actual, advirtiendo que la actividad volcánica podría mantenerse en las próximas horas.
Se recomienda a la población seguir las instrucciones de protección civil y evitar acercarse a las zonas de riesgo.